Piden apoyo en redes para ayudar a niño veracruzano con tumor no tratable en México; requieren 4 MDP

Édgar Escamilla
La Jornada (Foto: Édgar Escamilla / La Jornada)

Poza Rica, Ver.- A través de las redes sociales y mediante el apoyo de familiares, amigos y voluntarios, una familia veracruzana trata de reunir cuatro millones de pesos que su pequeño hijo necesita para poder ser tratado en un hospital de Cincinnati (Estados Unidos), luego de que fuera diagnosticado con un hemolinfoangioma cervical, y de que los especialistas mexicanos no les dieran mayores oportunidades de tratamiento exitoso en nuestro país.

Ariana Juárez Ramírez y Abelardo Márquez Cervantes, ambos docentes de profesión, nunca se esperaron enfrentarse a una situación tan delicada como tener a un pequeñito con un hemolinfoangioma.

Se trataba de su segundo hijo. Hasta el quinto mes de embarazo los ultrasonidos no habían detectado nada anormal en el crecimiento del feto. Entonces los médicos tratantes no les dieron mayores expectativas de vida y entonces decidieron buscar una segunda opinión, siendo atendida durante la labor de parto en la ciudad de Veracruz.

Con la fortaleza de un guerreo, el pequeño Mateo fue sometido a una primera operación quirúrgica con tan sólo 15 días de nacido, siete días después le fue colocada una cánula de traqueostomía, a través de la cual podría respirar. También le fue colocada una cánula de gastrostomía para poder alimentarlo. A los seis meses de edad fue sometido nuevamente a otra operación, y en junio pasado le tocaba una nueva cirugía, pero el especialista del Centro Médico Nacional Siglo XXI decidió dar marcha atrás a unas cuantas horas de entrar a quirófano.

El mundo parecía venirse encima del joven matrimonio, la esperanza de una mejor calidad de vida para el pequeño Mateo parecía desvanecerse pero no se dieron por vencidos, comenzaron a buscar alternativas y contactar con padres de niños con el mismo padecimiento, que suele ser muy raro; se estima que solo uno de cada millón de niños nacen con esta malformación genética. En el caso de Latinoamérica el número no llega a exceder los doscientos niños.

“Tenemos un sueño muy grande, queremos que Mateo sea tratado en Cincinnati, donde se encuentra un especialista en malformaciones congénitas, estamos trabajando con mucha gente entre familiares y amigos e inclusive voluntarios que se han sumado a través de la página en Facebook Ayudando a un guerrero”, comenta Ariana Juárez.

Durante los últimos meses, la popularidad de la página ha permitido que muchas personas de Poza Rica, Xalapa, Veracruz Puerto y Puebla se sumen a esta titánica labor de reunir los cuatro millones de pesos que se requieren para el tratamiento y las cirugías que Mateo estaría recibiendo durante año y medio.

No hay fecha fija, sólo el tiempo en que se logre reunir la cantidad y contactar con el hospital para realizar el depósito del dinero y apartar su lugar, pero mientras más pronto se realice, mayores oportunidades de éxito.

“Queremos que desde pequeño pueda pasar el proceso de varias cirugías y los medicamentos, para que el tumor pueda reducirse antes de que entre al jardín de niños y se le pueda retirar la cánula de traqueostomía por donde respira actualmente”.

El factor determinante es el tiempo, pero no tanto por cuestiones estéticas, sino que Mateo enfrenta un riesgo al convivir con otros niños y que le puedan llegar a jalar la cánula o que se le tape.

Existen dos casos de niños con este padecimiento en el estado, con los que pudieron contactar a través de las redes sociales y otro más en el Distrito Federal, éste último ya recibió el tratamiento y a sus tres años de vida le retiraron la cánula y estéticamente se ve bien.

El otro caso en la entidad vive en Boca del Río, este niño se acaba de ir en junio a Estados Unidos para iniciar su tratamiento.

La respuesta de la gente

“En Xalapa la gente está muy sensibilizada y ya conocen a Mateo, en Poza Rica hace falta un poco mas de difusión, hace una semana estuvimos en el parque Furberos recolectando, muchos se detenían a cooperar, pero también muchos otros preguntaban quién era Mateo y el porqué de su padecimiento”.

Ariana y Abelardo viajan contantemente entre la capital del estado y Poza Rica por sus trabajos, mientras tanto, familiares, amigos y voluntarios continúan con la campaña de recaudación.

Mateo acude a regularmente a recibir terapias en el Centro de Rehabilitación y Educación Especial de Veracruz (Creever), donde aprendió a deglutir los alimentos.

Estuvieron con el equipo de los Tiburones Rojos de Veracruz, quienes se unieron a la causa donando una camiseta oficial con la firma de los jugadores, para subastarla y obtener recursos.

De igual forma continúan con el boteo en las calles y algunos establecimientos comerciales, así como a través de depósitos bancarios en la cuenta 2982729024 de Bancomer y se han establecido como meta un año para lograr la recaudación suficiente.

También está la otra cara de la moneda, algunas personas lo ven con morbo, inclusive niños que se expresan mal de él y sus padres no tratan de explicarles la condición especial de Mateo.

Sin embargo, Ariana desde el primer momento en que tuvo a Mateo en sus brazos, inició una campaña de concienciación acerca del padecimiento de su hijo, compartiendo imágenes de él y la evolución de la lesión, tanto el crecimiento como el resultado de las operaciones, para que la gente lo conozca y lo trate como a cualquier niño de su edad.

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