Prensa en EU confirma que la PGR torturó a detenidos para que confesaran que mataron a normalistas

México, 11 de mayo 2016 (NOTIGODÍNEZ).- La versión sobre la tortura a presuntos albañiles para acusarlos de asesinar e incinerar a los 43 normalistas de Ayotzinapa, fue confirmada hoy por la agencia estadounidense Associated Press (AP), mediante documentos que dan cuenta de al menos 10 casos de coacción violenta para que los detenidos se declararan culpables.

En septiembre de 2015, la periodista Anabel Hernández reveló en un reportaje que al menos cuatro «sicarios» inculpados por la «procuraduría general de la república» (PGR) del régimen usurpador del asesino de Atenco, Enrique Peña Nieto, en realidad eran albañiles inocentes torturados para «confesar» su participación en la desaparición de los estudiantes.

Este martes, AP confirmó las revelaciones de Anabel Hernández mediante documentos que relatan 10 casos de presuntos culpables torturados. La narración de cada uno de ellos es prácticamente idéntica: primero fueron interrogados, luego vinieron los golpes, las descargas eléctricas, asfixias parciales con bolsas de plástico y finalmente amenazas de que matarían a sus seres queridos si no confesaban lo que al régimen usurpador le convenía. En varios casos, las víctimas del tortura señalaron que sus verdugos les dieron evidencia preparada o un «guión» ya escrito con su confesión.

El caso más significativo es el de Patricio Reyes Landa Salgado, a quien la PGR puso el alias de «El Pato» e identifica como operador del grupo criminal «Guerreros Unidos» en Cocula. Todo el caso de la PGR está fundamentado en la «confesión» de este sujeto como autor material del asesinato y cremación de los normalistas. No obstante, según la investigación de Anabel Hernández, se trata sólo de un albañil cuya situación de pobreza es tal que incluso estaba registrado en los precarios programas de apoyo de la «secretaría de desarrollo social» (Sedesol).

Los documentos revelados por AP presentarían evidencia fehaciente de que Reyes Landa fue torturado para confesar el crimen que le imputa la PGR.

“En el transcurso del camino me iban dando electricidad en los testículos y en todo el cuerpo”, se lee en la declaración de Patricio.

“En todo ese tiempo, que fue como dos horas y media de camino, llevé los ojos tapados y me fueron golpeando todo el camino”, continúa. “Recuerdo que se acercó una persona y me quitó la venda de los ojos y me mostró una fotografía de mi familia, de mis dos niñas, de mi esposa y mi hermano, y me dijo que si no hacía todo lo que me dijeran iban a violar a mis niñas… Le dije que yo iba a hacer lo que ellos me dijeran”.

Prácticamente toda la «verdad histórica» del régimen usurpador sobre el caso Ayotzinapa, gira en torno a ese testimonio y a un fragmento de hueso que presuntamente pertenece a uno de los normalistas. El resto son, literalmente, cenizas que contienen restos animales.

Sin embargo, según las propias leyes de este país, las confesiones obtenidas mediante tortura no son admisibles como prueba. De hecho, hay evidencias médicas que confirman las denuncias de tortura en los inculpados.

Dos meses después de la detención de Reyes Landa, éste presentaba moretones, rasguños y “lesiones puntiformes semejantes a las ocasionadas por la aplicación directa de dispositivos eléctricos (como picanas o ‘chicharras’) en abdomen y muslos”, según los propios informes médicos de la PGR.

Otro testimonio revelado por AP fue el de Sidronio Casarrubias, presunto líder de los Guerreros Unidos, quien acusó a un agente de la PGR de haberlo torturado durante horas después de su detención en febrero del 2015.

“El señor aquí presente fue uno de los primeros que me torturó y se sentó en mi estómago, y fue el que me asfixió con bolsas negras de plásticos, y además me violó con una pieza metálica.

“Me amenazó con que iba torturar a mi familia, a mis hijos de la misma forma en que lo estaba haciendo conmigo”, dijo Casarrubias ante un juez, señalando al detective Gabriel Valle Campos, según los documentos de AP.

De igual forma, el acusado Agustín García Reyes, quien obtuvo notoriedad tras revelarse un video en que aparece con Tomás Zerón, investigador jefe de la PGR, allanando la supuesta zona donde se encontraron evidencias un día antes de que la dependencia anunciara el hallazgo de huesos y otros restos.

En los documentos revelados por AP, García Reyes denuncia que fue torturado por horas, durante las que se le dijo lo que tenía que confesar cuando fue llevado al río aproximadamente un mes después de la desaparición de los estudiantes. Esto confirmaría lo que sugiere el video difundido por los expertos independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH): la evidencia había sido sembrada.

“Me pusieron la bolsa en la cabeza y me comenzaron a pegar; yo les dije que no sabía nada. Me decían más vale que me digas adónde están porque si no vamos a matar a tu esposa y tu hijo y a ti también.

“Me siguieron pegando hasta que les dije que yo les iba a decir lo que ellos quisieran. Me llevan al río y me dicen en la camioneta ‘ahorita tú vas a hacer como si tú hubieras tirado las bolsas al río y si no lo haces te vamos a seguir golpeando’. Llegamos a ese lugar y estaban grabando ellos y yo hice como si tirara las bolsas al río y me llevaron enseguida donde ya tenían una bolsas de plástico, las señalé como diciendo que yo las conocía”, relató confirmando la siembra de evidencia.

Con información de AP / La Jornada

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