Fernando Inés Carmona
La Jornada
Orizaba, Ver.- La masacre de estudiantes normalistas de Ayotzinapa puede ser el inicio de más acciones represivas en contra de la lucha social, que cada vez más crece más en el país, refirió Adolfo Tlaxcala, vocero del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS); Enrique Peña Nieto intenta diluir la condena que la Corte Interamericana de Derechos Humanos y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas han emitido sobre la matanza, además expone, el neoliberalismo condenó a la pobreza a por lo menos 90 millones de mexicanos.
Así, expuso que la masacre es un crimen de Estado, aunque se trata de aparentar que son hechos irracionales del crimen organizado. “En el caso de Iguala, Guerrero, los hechos por sí solos hablan, claramente se demuestra que todo fue un operativo montado por elementos de las diferentes corporaciones policiacas con el propósito de asestar un duro golpe en contra de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM)”, expresó.
Expone que la represión que se vive desde 1982 con la implementación de las políticas neoliberales en nuestro país se ha venido agudizando con el objetivo de desparecer todas las escuelas normales rurales; ya que éstas han brindado educación pública y formación ética, política e ideológica a hijos de campesinos y obreros para la defensa de la educación y la mejora de las condiciones de vida del pueblo.
“Con la intención de deslindarse de la responsabilidad que tiene el Estado mexicano ha montado toda una campaña que le permita justificar estos crímenes de lesa humanidad, pretendiendo hacer pasar los asesinatos y desapariciones como actos irracionales del crimen organizado”, afirmó Adolfo Tlaxcala.
Al mismo tiempo, advierte que el Estado intenta a toda costa diluir la condena que la Corte Interamericana de Derechos Humanos y el Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han emitido sobre estos hechos; organismos de carácter internacional que mostraron de manera contundente una respuesta, mientras que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (SNDH) reflejó una actitud servil para señalar las graves violaciones a derechos humanos cometidas en el caso Ayotzinapa, lanzando un comunicado hasta el día 5 de octubre, es decir, nueve días después una recomendación.
“Como organización popular denunciamos y enfatizamos que los hechos ocurridos el día 26 de septiembre en Iguala, son única y exclusivamente responsabilidad del Estado mexicano y representan un doloroso episodio en la historia de nuestro país. Esto es un baño de sangre de nuestro pueblo, cuyo único responsable es Enrique Peña así como el gobierno del estado”.
Por otro lado, indicó que al conmemorar el 12 de octubre, Día de la Raza, los pueblos originarios siguen en la marginación: “En un principio la lucha fue contra los conquistadores españoles pero ahora la lucha es contra los responsables de imponer las políticas neoliberales, que ha hecho que el hambre, la pobreza, la miseria, es decir, la exclusión económica, política y social, sea cada vez más profunda e inhumana”.
“En México –remarcó– vivimos más de 90 millones de mexicanos en la pobreza, producto de las políticas neoliberales que se aplican desde 1982, esto no es democracia, esto no es justicia, esto no es igualdad. Indígenas o no indígenas vivimos la misma condición socioeconómica. Un gobierno que mata al pueblo de hambre no es democrático, no representa los intereses del pueblo, porque con sus políticas pro empresariales, sólo beneficia a una minoría depredadora. Tenemos un gobierno que no representa al pueblo y que busca mantenerse en el poder por medio de la represión, con el apoyo y el sostén de los cuerpos represivos”.
Por ello, aseguran que este 12 de octubre levantan en alto una vez más la voz enérgica de protesta para denunciar el genocidio que se cometió contra los pueblos originarios. “No hay nada que festejar, por el contrario la resistencia con el olvido, la pobreza, la miseria y la exclusión que se mantiene en alto. Condenamos enérgicamente los crímenes de Estado que se cometieron en contra de nuestros hermanos de Ayotzinapa y que el Estado es el único responsable de estos crímenes de lesa humanidad. Es el Estado Mexicano –puntualizó– independientemente de sus operadores en turno”.
