México, 24 de septiembre 2014 (NOTIGODÍNEZ).- «De parte del presidente de la república», repite como rezo un empleado de Protección Civil mientras reparte despensas y aguas a una larga fila de damnificados en el poblado de Todos Santos, Baja California Sur, uno de los más afectados por el huracán Odile del pasado 15 de septiembre.
En un video difundido por el pasquín El Universal, los trabajadores federales son captados haciendo promoción descarada del «presidente» (que en este momento no existe en México, lo que hay es un usurpador priista más) cada vez que entregaban en su nombre los apoyos sociales financiados con dinero de todos los mexicanos para esa devastada región del país.
Asimismo, cuando alguna persona agradecía al trabajador por la despensa otorgada, éste reviraba invariablemente con la frase «Gracias a él, gracias al presidente que es quien te lo manda».
Un segundo trabajador no se quedaba atrás al repartir botellas de agua, reiterando una y otra vez que eran entregadas «de parte del presidente»:
–Aquí tiene, joven, de parte del presidente de la república aquí están sus agüitas–, repetía en tono condescendiente.
En otra secuencia, un empleado del Fonden trepado sobre un camión cargado con víveres, tranquiliza a una multitud desesperada en el municipio de San José del Cabo.
–Tranquilos, vamos a darles agua, vamos a darles alimento. Esto es lo que les manda el presidente de la república a través del Fonden.
También hubo molestia por el trato que se dio a las mujeres, quienes eran discriminadas si no estaban casadas y tenían hijos, pues las despensas estaban «resevadas para familias completas». El empleado interrogaba a cada una su edad, si estaba casada, si tenía hijos y que especificara los nombres de ellos, «para ver si te la dejo o o no, porque esto es para una familia completa».
Según los empleados, el contenido de las despensas debería alcanzar para cuatro personas y durar hasta cuatro días.
Organizaciones y sociedad civil han convocado activamente a campañas de acopio de víveres, agua, cobertores y dinero en efectivo para apoyar esta causa que, como ha quedado demostrado, Peña Nieto se adjudica en otro criminal intento por revertir el desprecio de la población hacia su insignificante persona y lucrar políticamente con los esfuerzos altruistas de los mexicanos.
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