Fernando Inés Carmona
La Jornada
Orizaba, Ver.- La disminución de la productividad del campo nacional condena a los mexicanos a consumir productos y alimentos procesados, muchos de ellos de importación; el cambio climático y el desinterés por rescatar la producción agrícola son las principales causas de este problema.
De acuerdo con el dirigente del Comité Regional Campesino en la zona centro del estado, Juan Rodríguez Gómez, los efectos por cambio climático “provocan serios cambios en los ciclos agrícolas y de paso provoca que haya menos productividad y que las temporadas de sequía y de lluvias sean más largas y dañinas”, dijo.
“Los que trabajamos el campo nos damos cuenta de lo que está pasando. En la ciudad no se nota este tipo de problemas y quizá por eso poco les importa lo que está pasando, no se interesan en hacer algo para poner un alto y frenar el problema”.
Estas condiciones, dice, “nos permiten que no hay un futuro prometedor para las nuevas generaciones, lo peor será que a nuestros hijos y nietos les tocará vivir una mayor alteración en la estaciones del año, ya hay un desfasamiento muy claro en los ciclos agrícolas y todo eso genera que se pierdan las oportunidades de crecimiento en el campo”.
“El cambio climático alcanzó al campo; no se trata de generar miedo o psicosis entre la gente, pero a futuro no obtendrá del campo sus alimentos, sino que todo indica que consumirá sólo productos procesados, si quisiera que todos hiciéramos consciencia de lo que enfrentamos pudiera hacer algo por remediarlo, pero no hay conciencia entre la mayoría de la población”.
En la zona, dijo, “a lo largo de los últimos años, se han tenido lluvias en exceso en la temporada que tocan, sobre todo en esta región de las altas montañas y cuando llega la temporada de calor, se extiende más de lo normal, genera sequía, todo eso ya generó un descontrol de la producción del campo”.
“Hay cada vez más problemas de falta de agua en los municipios de la zona serrana, porque se la están llevando a las ciudades, donde cada día consumen más y más, todo eso también afecta a la producción y la vida cotidiana del campo”.
Pero si a todo esto le sumamos la deforestación, que cada vez es mayor y provoca desertificación en más terrenos y zonas con masa forestal que van despareciendo poco a poco, pues el problema es mayor pese a que las autoridades afirman que ya hay más plantaciones, no se compara con lo que se corta.
El trabajo que se hace “no es suficiente, ni siquiera mitigan la mitad del daño que ya existe. El campo es el que más lo sufre, porque ahí las familias dependen totalmente de la tierra, en la ciudad, se buscan otro trabajo y ya, en el campo si la tierra no da alimento, frutas, entonces no hay nada más que hacer”, sostuvo.
El campo de por sí está olvidado por los tres niveles de gobierno, “y si le anexamos todo lo que estamos viviendo pues tendremos más problemas y cada vez más graves”, lamentó.
