Yadira Llaven Anzures
La Jornada (Foto: La Jornada de Oriente)
Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) hallaron un cráneo de mil 400 años de antigüedad que habría pertenecido a un “Guerrero Jaguar”, una elite autóctona mexicana.
El descubrimiento se produjo durante la construcción del distribuidor vial de Cholula, que se ubica a unos 500 metros del sitio arqueológico.
La información fue difundida en la agencia Europa Press, en España, debido al hermetismo con que se lleva a cabo el salvamento arqueológico en el municipio de San Pedro Cholula, debido a que el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas intenta ocultar toda evidencia que pueda frenar definitivamente la obra del puente.
Se trata de un cráneo completo que conserva la dentadura superior y que se ha hallado junto a ofrendas prehispánicas de cerámica cromadas con forma felina.
“Esto nos llevan a considerar que se puede tratar de un Guerrero Jaguar”, precisó el antropólogo Carlos Muciño, responsable del rescate.
Apenas la semana pasada, el encargado de la obra era el arqueólogo Osvaldo Camarillo, quien dejó ya de prestar sus servicios, luego que se diera a conocer en esta casa editorial el descubrimiento de 12 entierros prehispánicos en la misma zona, que datan del periodo Posclásico.
Carlos Muciño explicó que se está haciendo un trabajo de recuperación de los restos, para obtener toda la información posible acerca de ellos, a fin de registrar la información y almacenarla.
“Esto se debe a que la obra de la carretera debe continuar y la zona se tapará”, precisó.
Por ello, los expertos trabajan a contrarreloj en un foso de tres metros de profundidad con brochas y cinceles, mientras la maquinaria pesada esta lista para proseguir la construcción.
La pirámide de Cholula, con unos 400 metros de lado en la base y 65 metros de altura, fue objeto de cuatro fases constructivas durante casi diez siglos, desde el año 200 antes de nuestra era.
Posteriormente fue habitada en el siglo XII por toltecas y chichimecas hasta la época de la Conquista, pero los hombres de Hernán Cortés que pasaron por Cholula, sólo vieron un cerro con un adoratorio en la cúspide.
