José Gil Olmos
Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- Con la difusión de diversas grabaciones en las que aparece con varios personajes de la política michoacana, tomando acuerdos o dando órdenes y evidenciando el poder que llegó a tener sobre el gobierno de Fausto Vallejo y las instituciones políticas de Michoacán, Servando Gómez, La Tuta, se convirtió en el Señor de los videos.
El profesor rural del municipio de Arteaga, fundador de La Familia Michoacana y de Los Caballeros Templarios, ha demostrado tener una visión muy clara del uso político y estratégico de los medios de comunicación y las redes sociales.
Ese grupo criminal es el único, dentro de los que existen en el país, que tiene en su estructura un área especial dedicada a instrumentar una política de comunicación para impactar en la opinión pública y en el gobierno.
Durante la administración de Fausto Vallejo, el líder de Los Caballeros Templarios sostuvo encuentros con diversos personajes, entre ellos el exgobernador interino, Jesús Reyna, y el hijo del exmandatario, Rodrigo Vallejo Mora, a quienes grabó para tenerlos amarrados y sujetos a su voluntad.
Hasta ahora se han filtrado cinco grabaciones que demuestran los lazos íntimos entre el crimen organizado y la clase política de Michoacán, que según el padre Gregorio López, vicario de la catedral de Apatzingán, está vinculada casi en su totalidad con Los Caballeros Templarios.
En una sociedad de imágenes, la difusión de videos o fotografías se ha convertido en parte importante de la estrategia de cualquier grupo de poder que quiera impactar en la opinión pública, incidir en las decisiones de gobierno o golpear en las acciones de sus adversarios. Esto lo entiende muy bien La Tuta, que sabía del valor de las grabaciones en su poder con los encuentros que sostuvo con distintos personajes de la política michoacana.
“Información es poder”, ese es el principio de la estrategia de La Tuta, que en momentos claves ha difundido las imágenes en video o fotografía de reuniones comprometedoras, como las que tuvo con Reyna y Vallejo Mora. En ese sentido destaca también el video divulgado recientemente por Reporte Índigo, donde se observa a diputados panistas en una fiesta con prostitutas, luego de una supuesta reunión de trabajo legislativo, a la que asistió un presunto narcotraficante.
En 2015 habrá elecciones en Michoacán para renovar el gobierno, el Congreso local y las 113 presidencias municipales, mientras que a escala federal se elegirá a los nuevos integrantes de la Cámara de Diputados.
La difusión de esos videos con imágenes comprometedoras quizá sea un anticipo del juego sucio que los distintos grupos políticos desplegarán en las campañas electorales para impactar en la imagen de sus adversarios.
Pero más allá de ello y de la estrategia mediática del crimen organizado y los grupos políticos, lo que esos videos reflejan es la estrecha vinculación que hay entre estos dos grupos, partidos y agrupaciones criminales, que conforme pasa el tiempo se funden más y más, hasta integrar un solo cuerpo, un solo grupo de poder que comienza a gobernar algunos estados como Michoacán, Tamaulipas y algunos otros que están a punto de entrar a esta faceta del cogobierno o de la captura del Estado por parte del narcotráfico.
