La gente no ha entendido que tragar Coca Cola, Pepsi, Bimbo, Nestlé y todas esas porquerías no sólo causan obesidad. Dañan también el riñón, el páncreas y el sistema cardiovascular. ¿Y por qué no lo han entendido? Porque se la pasan todo el día aplastados frente a la televisión que NO LES PROVEE NINGÚN TIPO DE INFORMACIÓN COMO ÉSTA, pero además los embrutece con la criminal publicidad de dichas compañías, induciéndolos al consumo de esos malditos venenos.
Natalia Vitela y Adriana Alatorre
Reforma
Cd. de México (16 agosto 2014).- La obesidad ha sido declarada una epidemia a nivel mundial, pero en México este dato no pesa.
Los kilos de más en los niños se asocian incluso con características positivas.
Al menos 40 por ciento de las madres mexicanas con hijos obesos califica la salud de sus vástagos como «sana» y encuentra que «son más inteligentes, simpáticos y cariñosos», según un estudio del Hospital Infantil de México.
Ver a un pequeño con sobrepeso no es percibido como un riesgo para la salud, alertan expertos. Esto se conoce como «normalización» de la obesidad.
«Generalmente el hecho de que tengan sobrepeso se está traduciendo en un desarrollo de manera constante de un proceso inflamatorio y degenerativo que tarde o temprano puede derivar en lo mismo que puede derivar la obesidad».
«Estamos acostumbrados a ver a uno de cada tres niños con sobrepeso y obesidad. Nos parece que, si no están (obesos) extremos, están normales», señala Salvador Villalpando, coordinador de la Clínica de Obesidad del Hospital Infantil.
En la Clínica de Obesidad del Instituto Nacional de Pediatría es común que cuando piden a los niños obesos identificar una figura similar a la de su cuerpo señalen una de menor peso a la que tienen, indicó Arturo Perea, coordinador de la unidad.
De esta forma, cada vez más menores presenten enfermedades que antes sólo padecían adultos, como diabetes tipo 2 e hipertensión.
