«Torpeza», eufemismo para no decir que SE ROBAN EL PRESUPUESTO QUE LES ASIGNAN Y NO HACEN ABSOLUTAMENTE NADA, le toman el pelo a los campesinos y los mantienen a raya, para que no protesten. De eso se trata y no tiene nada de «torpeza».
Fernando Inés Carmona
La Jornada
Zongolica, Ver.- La Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) en gran parte es la responsable del agravamiento de pobreza en los municipios de esta serranía; la impericia de sus funcionarios llevó al fracaso a los programas de desarrollo, con ello la miseria se extendió; un notable incremento en la tasa migratoria es otro de los elementos que demuestran la recaída de la penuria.
El principal problema de la sierra, señala Cristóbal Martínez Zavaleta, coordinador del departamento de fomento agropecuario del ayuntamiento en este municipio, es que la CDI antes de anunciar el programa de trabajo del presente año, “tuvo que haber realizado un análisis profundo de los alcaldes que se tenían y con ello evitar falsas expectativas entre las familias de esta zona, sobre todo aquellos que presentaron proyectos productivo y que al final del día no fueron aprobados para su aplicación”.
Uno de los ejemplos de este problema es el fracaso del Programa de Mejoramiento de la Producción y Productividad Indígena (Proin), “con ese programa muchos trabajadores del campo invirtieron dinero en la integración de los proyectos y lejos de recibir apoyo resultaron perjudicados”.
Incluso revela que a través de la dirección municipal se presentaron en las ventanillas de la CDI un total de seis proyectos intermedios, “en los que el gobierno municipal aporta el 20 por ciento del recurso y el 80 por ciento restante lo aporta la Comisión de Pueblos Indígenas, sin embargo, no hay avances importantes en el trámite pues algunos van caminando y los otros continúan en proceso de validación”.
“También se presentaron 40 proyectos básicos, es decir, donde la inversión es menor a los 250 mil pesos y que permite desarrollar proyectos comunitarios o de un grupo de personas organizadas con un objetivo común, pero tampoco avanzaron”, señala.
Todo ello también se debe “al excesivo burocratismo que envuelve a las nuevas reglas de operación del Proin que incluso provoca que a cuatro meses finalice el presente año, todavía no aterricen los recursos federales para mejorar la producción y productividad indígena en 14 municipios de esta zona serrana”.
Lo anterior desilusionó a los indígenas de esta sierra, quienes ya perdieron las esperanzas de que su vida mejore, “hay miles de trabajadores del campo depositaron sus esperanzas en esos apoyos que pregonó la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y que hasta el día hoy no ha entregado formalmente esa dependencia de gobierno al parecer porque no disponen de dinero”.
Aunado a ello, la falta de ingresos obliga a las familias a migrar, ya sea a otras entidades o a Estados Unidos, “cada vez son más las familias que se desintegran porque ahora los labriegos prefieren dejar la zona para buscar recursos económicos”.
