CLAUDIO VARGAS
La Jornada
Policías viales que están en paro laboral, por una liquidación justa, desacataron la disposición de que no podrían trabajar en tanto no se diera una solución al conflicto, y ayer hicieron actividades de prevención en el municipio, a pesar de que no tienen armas, con el argumento de que la ciudadanía se lo pidió.
Ayer mismo, policías federales, soldados y marinos arribaron a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Civil (SSPPC), para notificar al nuevo titular de esa corporación que 280 policías más fueron dados de baja.
Y mientras eso ocurría en la Secretaría, el presidente municipal, Luis Walton Aburto, dijo desconocer por qué los policías regresaron a sus funciones de prevención si el conflicto aún no concluye y que pediría a la secretaria del ayuntamiento, Magdalena Camacho Díaz, información de la reunión que sostuvieron los uniformados con ella.
“Ningún policía que ha sido reprobado en los exámenes toxicológicos y de control y confianza, puede realizar actividad alguna relacionada con la prevención del delito en este municipio, y menos sin armas”, dijo Walton Aburto durante una gira de trabajo.
La decisión de salir a la calle a hacer tareas de vigilancia fue sin el aval del gobierno municipal ni del titular de la SSPPC, pero también por la desesperación de estar cobrando por no hacer nada, expuso María Luna, una policía que también está en el paro.
Sobre el mismo asunto, el director de Comunicación Social del gobierno municipal, Ricardo Castillo Díaz, en entrevista para un noticiero de radio dijo que “nadie había autorizado que policías se incorporaran a sus áreas de trabajo”, en confirmación de lo que había expresado el alcalde.
