Redacción Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- A raíz de la tragedia ecológica provocada por la minera Buenavista del Cobre en el estado de Sonora, con el derrame de tóxicos a los ríos Bacanuchi y Sonora, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ha clausurado 30 de las mil 200 minas que operan en el país por diversas irregularidades en sus procesos productivos.
Así lo dio a conocer hoy el secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan José Guerra Abud, luego de entregar Certificados de Calidad Ambiental a Teléfonos de México (Telmex) [ah, mira, qué bien: Carlos Slim se enriquece bolseando a los mexicanos y evadiendo impuestos, pero «sin contaminar el ambiente». ¡Eso merece un premio!].
En entrevista con medios, el «funcionario» federal detalló que derivado de la tragedia ambiental de Sonora, la Profepa intensificó las auditorías ambientales en las minas que operan en el país y que de las 480 plantas auditadas hasta ahora –40% del total–, 30 han sido sancionadas con la clausura de sus operaciones.
Guerra Abud recordó que la Semarnat no puede quitar las concesiones a las mineras que afectan al medio ambiente porque se trata de una facultad propia de la Secretaría de Economía [o sea el PRI, a las órdenes de los empresarios como lo muestra la fotografía].
Sin embargo, aclaró que sí puede clausurar las operaciones de los procesos productivos de las empresas infractoras y aplicar multas económicas, como se hizo con el Grupo México.
“En el caso de Sonora, se clausuraron un par de procesos productivos, se auditó otros seis y de esos, se hizo una serie de recomendaciones que ya se están atendiendo y Profepa va a garantizar que se cumplan a puntualidad”, dijo.
Sobre las minas clausuradas, Guerra Abud explicó que algunas “son muy pequeñas y tienen un solo proceso productivo que al quedar clausurado pues de facto está clausurada la empresa”.
Agregó que en el proceso de auditoría de las más de mil 200 minas del país “no hay dedicatoria ni a favor ni en contra de ninguna empresa en particular”, pues todas deben cumplir con las normas ambientales.
