Yetlaneci Alcaraz
Proceso
Estudiantes exigen la aparición de los normalistas de Ayotzinapa. Foto: Miguel Dimayuga
BERLIN, (proceso.com.mx).- “A Emiliano lo bautizaron como ‘Pilas’ porque es tranquilo e inteligente. No da relajo. Él es de los pocos que llevan orden. Es sereno y razona mejor las cosas. Le gusta tener todo ordenado. Emiliano Alen Gaspar de la Cruz. Presente”, lee en voz alta Lorena Rodríguez, estudiante mexicana de la Universidad Libre de Berlín.
Emiliano es el séptimo de la lista del total de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa desaparecidos desde el pasado 26 de septiembre y por cuya presentación con vida mexicanos residentes en Berlin realizan un plantón de 43 horas a un costado de la embajada de México en la capital alemana.
Desde las cinco de la mañana de este viernes y hasta las 00 horas del domingo 2 de noviembre, el grupo -en su mayoría conformado por estudiantes mexicanos aunque también por alemanes y residentes de esta ciudad indignados por el suceso- permanecerá en el sitio en el que cada hora se realiza un pase de lista simbólico de cada uno de los 43 desaparecidos y se lee una pequeña semblanza de uno de ellos.
“Con nuestra presencia aquí queremos decirle a las familias de los estudiantes que no están solos. Que también a nosotros nos hacen falta y aunque la embajada nos colocó a un lado, aquí estamos y aguantaremos las 43 horas para exigir su regreso con vida”, dice Rodríguez a través del pequeño sonido que los acompaña.
Y es que, a pesar de que la que intención de los mexicanos era colocarse justo frente al edificio de la embajada mexicana, la policía no se los permitió.
“Se nos dijo que mejor nos colocáramos al lado. La policía tiene la obligación de resguardar las instalaciones de la embajada y nosotros aceptamos”, explica Sabina Morales, una de las organizadoras.
Justo al medio día de este viernes, y luego del octavo pase de lista de la jornada, el grupo dio lectura a un comunicado en el que señalan que el objetivo de la movilización es evidenciar la complicidad del Estado mexicano en la desaparición de los estudiantes y el asesinato de otras seis personas en Iguala.
“Al señalar la complicidad del Estado subrayamos la relación simbiótica que existe en México entre las organizaciones delictivas y los tres ordenes de gobierno. No son, como pretende hacernos creer la narrativa del gobierno federal hacia el exterior, puntos separados, sino partes sustanciales el uno del otro. Lo demuestra el hecho de que por omisión o actuación y antes, durante y después del 26 de septiembre los gobiernos municipal, estatal y federal han participado en la protección de los autores materiales e intelectuales del crimen”, leyó Sabina Morales, de México vía Berlin, el grupo convocante.
“En contrapunto con la estrategia diplomática del gobierno de México de minimizar lo acontecido en Guerrero al presentarlo como caso aislado y sin precedente aprovechamos el marco del Día de Muertos para señalar simbólicamente a la embajada mexicana en Berlin como una gran fosa clandestina que, no por clandestina, es anónima. Perpetradores y víctimas tienen nombre y apellido. No asumimos que los estudiantes estén muertos; seguimos exigiendo su aparición con vida, así como la de los otros 26 mil desaparecidos en el país desde 2006″.
Con música mexicana y coplas improvisadas relativas al caso Ayotzinapa, el grupo de mexicanos distrae el frío otoñal que ya se siente en la capital alemanas. En el suelo, cada uno de los retratos de los 43 desaparecidos con una veladora encendida.
