México, 12 de noviembre 2014 (NOTIGODÍNEZ).- Continúan las manifestaciones solidarias a nivel internacional por los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, y hoy tocó el turno a la ciudad de Chicago en el estado de Illinois del vecino país del norte.
Un grupo de activistas mexicanos encabezados por el ex diputado federal Gerardo Fernández Noroña, protestaron hoy a mediodía frente a la sede del consulado de México en la llamada «Ciudad del Viento», para exigir justicia por los normalistas masacrados en Iguala el pasado 26 de septiembre y el inmediato esclarecimiento del paradero de otros 43 que, desde ese fatídico día, permanecen en calidad de desaparecidos.
Dado que los normalistas fueron atacados y secuestrados por policías municipales frente a efectivos del Ejército mexicano y en una zona controlada por fuerzas federales y militares, se trata sin duda de otro crimen del régimen usurpador que controla a dichas corporaciones en su brutal estrategia para aniquilar la lucha social y campesina.
Por estas razones, los activistas «clausuraron» las instalaciones del consulado mexicano como parte de sus exigencias de justicia para estas nuevas víctimas de otro «crimen de Estado», secuestrado hoy por la cúpula priista al servicio de la oligarquía nacional y extranjera.
Durante la protesta, se hizo el llamado a PARO NACIONAL el próximo 20 de noviembre con el fin de suspender toda colaboración con los delincuentes que se autonombran «gobierno», responsables directos de la matanza de Ayotzinapa y todo el baño de sangre en el resto del país. La DESOBEDIENCIA CIVIL ABSOLUTA implica dejar de reconocer a esa mafia como «autoridad», cesar toda actividad productiva, académica o de consumo y desobedecer sus «falsas» leyes creadas para simular la existencia de un Estado de Derecho, mientras los criminales en el poder vandalizan permanente la Constitución mexicana.
Las consecuencias de haber permitido la imposición del títere de la mafia oligárquica han rebasado cualquier expectativa en términos de entreguismo, asesinatos y represión. Nuestra reacción ha sido por demás tardía e inconsecuente, por lo tanto no hay mañana para derrocar a esos poderes fácticos y devolver la vasta riqueza de esta nación a su verdadero dueño: el pueblo mexicano.
