Redacción Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- Incendios y destrozos en edificios públicos, toma de casetas, bloqueos en carreteras y manifestaciones, enmarcaron una de las jornadas más violentas durante cinco días consecutivos de protestas en Guerrero, Michoacán y Oaxaca, Chiapas y Veracruz, entre otros estados.
Maestros incendian sede del Congreso en Guerrero. Foto: Germán Canseco
En Guerrero decenas de normalistas y miembros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) incendiaron la sede del Congreso local, de la Junta de Conciliación y Arbitraje y la Contraloría local.
En el Congreso entraron al salón de plenos e incendiaron las curules de los diputados con bombas molotov; quemaron también la biblioteca y prendieron fuego a cinco vehículos en el estacionamiento.
Cuando terminaron, regresaron a su campamento instalado en el zócalo de esta capital.
El titular de Protección Civil de Chilpancingo, Alfredo Cuenta Marino, no reportó personas lesionadas, sólo daños materiales que aún no han sido cuantificados.
Por la mañana un grupo de estudiantes de varias escuelas rurales y de la Normal de Ayotzinapa, la mayoría encapuchados, tomó nuevamente la caseta de Palo Blanco en la autopista Del Sol.
Llegaron a bordo de cinco autobuses y se apostaron en ambos sentidos de la caseta de cobro para dar tránsito libre a los automovilistas y solicitarles su cooperación voluntaria para su movimiento.
De forma paralela normalistas y policías comunitarios bloquearon la carretera federal Chilpancingo-Tlapa, a la altura de Ayotzinapa.
En Oaxaca, desde la mañana de este miércoles estudiantes de las escuelas normales e integrantes de la Coordinadora Estudiantil Normalista del Estado de Oaxaca (CENEO) retuvieron autobuses de transporte urbano en la colonia Reforma y en Santa Cruz Xoxocotlán, que llevaron a las instalaciones del Centro Regional de Educación Normal de Oaxaca (CRENO) y de la Escuela Normal de Educación Preescolar (ENEPO).
Parte de los estudiantes se trasladaron en los autobuses retenidos a Ciudad Judicial, ubicada en Reyes Mantecón en el Valle Central, para realizar una protesta, mientras otro grupo de normalistas tomó las instalaciones de la caseta de cobro de San Juan Bautista Coixtlahuaca, en la región Mixteca, y pidió a apoyo a los automovilistas.
La CENEO que cumplió tres días de paro indefinido, tomó el complejo de oficinas gubernamentales de Ciudad Judicial al tiempo que realizaron bloqueos en la carretera Oaxaca-Puerto Escondido.
Los normalistas también tomaron hoy la Secretaría de Seguridad Pública para exigir la renuncia de un comandante de la Policía Estatal que ingresó a las instalaciones de la Escuela Normal Experimental de Teposcolula (ENETE) donde realizó varios disparos de arma de fuego en contra de los estudiantes que se concentraban para exigir la presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero.
Y ante la amenaza de que las acciones se extendieran desde las esferas gubernamentales se ordenó desalojar el Tribunal Superior de Justicia, Ciudad Administrativa –donde se concentran 72 dependencias gubernamentales– y el Congreso del Estado.
Además la zona arqueológica de Monte Albán, Patrimonio Cultural de la Humanidad, fue tomada hoy durante dos horas por integrantes de la organización social Comuna Oaxaca con la misma exigencia: la presentación con vida de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Isidro Burgos”, de Ayotzinapa, Guerrero.
En la pirámide sur colgaron una manta monumental –de 50 metros– con la leyenda: “Hasta encontrarlos” y distribuyeron 43 siluetas de cartón en alusión a los normalistas desaparecidos.
La protesta en la que participaron Flavio Sosa y César Mateos, presos políticos por su participación en el movimiento social de 2006, culminó con la consigna: “porque vivos se los llevaron, vivos los queremos.
En Michoacán los normalistas de la entidad tomaron el aeropuerto internacional “Francisco J. Múgica”, ubicado a 50 kilómetros de Morelia, en el vecino municipio de Álvaro Obregón.
Presuntos normalistas destrozan oficinas del PRI en Michoacán. Foto: Enrique Castro
Para realizar sus acciones retuvieron unos ocho autobuses de pasajeros en los que se trasladaron a varios puntos de la ciudad.
Alrededor de las 15:00 horas, un grupo de estudiantes llegó a la sede del Comité Estatal del PRI en Morelia, por lo que el personal que labora en el edificio fue desalojado. Rápidamente se llevaron los vehículos que estaban en el lugar para evitar daños.
Los normalistas rompieron vidrios, hicieron pintas, destruyeron algunos aparatos electrónicos y vaciaron máquinas comerciales que estaban en el edificio. Algunos elementos de seguridad llegaron al lugar luego de que concluyeron los desmanes. No se reportaron heridos ni detenidos.
En tanto, la secretaria de Comunicación Institucional, Lunia Valdés, informó que fuera del saqueo a máquinas comerciales, no se reportaron robos. Por su parte, el secretario de Acción Electoral, Omar Cárdenas Ortiz, informó ya se interpuso una demanda en contra de los estudiantes.
Elementos del Ministerio Público acudieron al Comité del PRI para hacer el recuento de los daños.
El gobernador interino, Salvador Jara Guerrero, reiteró tras las protestas que su gobierno no caerá “en la provocación de enfrentar estudiantes que no están armados”, y subrayó que “es necesario mantener la prudencia y la calma”.
La policía estatal, dijo, no tiene órdenes de atacar y en cuanto a las protestas que realizaron el martes pasado, en las sedes del PAN y Nueva Alianza, afirmó que los estudiantes rebasaban en número a los uniformados, además de que la violencia, insistió, no se combatirá con más violencia.
En Chiapas, un grupo de encapuchados armados con palos y piedras, señalados por la Coordinación de Escuelas Normales del Estado Chiapas (CENECH) como grupo de choque, destruyeron la caseta de cobro de la autopista que comunica a Chiapa de Corzo con San Cristóbal de las Casas, lo que dejó como saldo tres vehículos quemados, cinco más destruidos y dos lesionados.
En el marco de las acciones de protesta para exigir la aparición con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa, un grupo de estudiantes normalistas llegaron a la caseta de cobro ubicada en el kilómetro 2 de la autopista que comunica la región centro del estado con la zona Altos. Los estudiantes permitieron el paso libre de los automovilistas a quienes les pidieron un apoyo económico para enviarlo a Guerrero.
Sin embargo, fueron sorprendidos por otro grupo que llegó con palos y piedras para desalojarlos. La mayoría se replegó pero algunos les respondieron, lo que encolerizó al grupo agresor que destruyó las cuatro casetas de cobro, computadoras y cámaras de videovigilancia. Además saquearon y destruyeron las oficinas de la empresa española Aldesa, a través de Concesionarias de Autopistas del Sureste, SA de CV, que tiene la concesión de la autopista por 30 años a partir del 2008.
Además, tres unidades de auxilio vial fueron quemadas y cinco más fueron destruidas parcialmente.
Tras destrozar las casetas de cobro, el grupo agresor se retiró del lugar. Los empleados empezaron a recoger los escombros y a pagar las unidades que aún seguían ardiendo.
El tránsito vehicular estuvo detenido durante varias horas, hasta que se dedicaron a cobrar sin computadoras y con boletaje manual.
A la par, cientos de estudiantes normalistas marcharon y tomaron la Secretaría de Educación estatal. Al llegar quemaron llantas, papelería y lonas que fueron recogiendo en las calles durante su marcha.
Algunos estudiantes destruyeron cristales de oficinas y con extintores agredieron a algunos periodistas que cubrían el hecho.
Estudiantes de al menos 16 escuelas normales han realizado manifestaciones continuas de apoyo a Ayotzinapa en Chiapas.
Veracruz también se sumó hoy a la jornada de protestas para exigir la aparición con vida de los normalistas desaparecidos.
A dos días de la inauguración de los Juegos Centroamericanos y del Caribe (JCC), las protestas, los bloqueos de calles y los actos vandálicos se incrementaron en la capital veracruzana.
Este miércoles, una hora antes que llegará la antorcha olímpica, estudiantes de la Facultad de Humanidades se manifestaron con una sola consigna: “Queremos justicia, no queremos juegos”, gritaron.
En Adolfo Ruiz Cortines, estudiantes de la Universidad Veracruzana (UV) tomaron un camión para seguir el camino de la antorcha y participar en distintos actos de protesta y de repudio a los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
Minutos antes de que la antorcha arribara al estadio Cristóbal Colón, donde se encendería el pebetero –para que el fuego de la antorcha partiera hacía el puerto de Veracruz–, un grupo de estudiantes y anarquistas irrumpieron para subir al presídium y reprochar la desaparición de los normalistas en Guerrero.
El alcalde Américo Zúñiga hizo un llamado a la cordura y dijo que “no se puede exigir justicia con violencia”.
En rueda de prensa, 11 colectivos sociales de Veracruz reprocharon al gobierno de Enrique Peña Nieto que “el país se desangra” por lo ocurrido en Ayotzinapa, la ejecución de 22 jóvenes en Tlatlaya, Estado de México, y por la aparición de fosas clandestinas en Veracruz.
Estudiantes protestan durante la llegada de la antorcha de los Centroamericanos a Xalapa. Foto: Yahir Ceballos
En Colima habitantes de la comunidad indígena de Zacualpan, realizaron una marcha convocada por el Consejo Indígena Nahua de Zacualpan, en la que participaron alrededor de 150 personas, con la suma de activistas sociales, miembros de la comunidad educativa de la Escuela de Trabajo Social Vasco de Quiroga y algunos estudiantes y profesores de la Universidad de Colima.
“El dolor y la rabia que invade a los padres de familia por la desaparición forzada o asesinato de sus hijos son nuestros, el odio de clase y el coraje que invade a los estudiantes normalistas que exigen justicia y la presentación con vida de sus compañeros son nuestros”, señaló Epitacia Zamora Teodoro al ofrecer el mensaje central del Consejo Indígena Nahua.
A lo largo de su recorrido, del Jardín Núñez al Jardín Libertad, los manifestantes portaron mantas y corearon diversas consignas, algunas de ellas con la exigencia de la renuncia del presidente Enrique Peña Nieto.
También exhibieron mantas en las que se leía: “No le tememos a la represión del gobierno, le tememos al silencio de nuestro pueblo”.
Ante las puertas del Palacio de Gobierno, que permanecieron abiertas, arreciaron los gritos de “¡Fuera Peña Nieto!” y fue colocado un ataúd forrado de negro con flores de Cempasúchil y veladoras. Luego se realizó un pase de lista de los 43 normalistas desaparecidos.
En Los Cabos, Baja California, decenas de personas se manifestaron en el Pabellón Cultural en el marco del Festival Internacional de Cine que se celebra en ese destino turístico.
Minutos antes de la inauguración y sin bloquear el paso al evento, decenas de personas con mantas y pancartas en manos corearon durante varios minutos “Vivos se los llevaron ¡Vivos los queremos!” y contaron simbólicamente del uno al 43.
