Jesús Guerrero
Reforma
Guerrero, México (07 diciembre 2014).- Desde este sábado, el campesino Ezequiel Mora vela a su hijo Alexander Mora Venancio, pero en su altar sólo están sus fotografías ya que sus restos, un hueso y una muela, se los entregarán hasta dentro de dos semanas.
«Será hasta dentro de dos semanas cuando sepulte a mi hijo», dice con desconsuelo Ezequiel Mora, a quien se le conoce en la comunidad del municipio de Tecoanapa como «Cheque».
Señaló que el viernes en la noche le comunicaron que de los restos calcinados encontrados en un basurero de Cocula, y en donde presuntamente fueron asesinados e incinerados los 43 normalistas de Ayotzinapa, algunos corresponden al de su hijo, según las pruebas genéticas.
Gente de las comunidades y familiares de otros normalistas desaparecidos que son originarios de Tecoanapa y del Municipio vecino de Ayutla acudieron a la casa de Mora para darle sus condolencias.
En el altar que se levantó en un pequeño cuarto de la casa de adobe y techo de teja y lámina se colocaron las fotografías del normalista de 19 años de edad.
Y abajo, junto a 15 veladoras, estaba la fotografía de la mamá de Alexander, Delia Venancio, quien falleció hace cinco años.
«Fue el Gobierno que tiene vínculos con la delincuencia el que mató a mi hijo», reclamó el padre del normalista, quien recibe las condolencias de sus vecinos, amigos de comunidades circunvencinas y maestros de la preparatoria 15 de la UAG de Tecoanapa que le ofrecen su apoyo para acompañarlo en las marchas para exigir justicia.
«Ahorita me voy a dar un respiro de ocho días para rezarle a mi hijo, pero después veremos qué hacemos porque esto no se va a quedar así», aseveró a una maestra de la preparatoria.
