Jesús Guerrero
Reforma
Chilpancingo, (12 diciembre 2014).- La muerte de los normalistas de Ayotzinapa Gabriel Echeverría de Jesús y Jorge Alexis Herrera Pino, durante el desalojo policiaco en la Autopista del Sol el 12 de diciembre de 2011, sigue sin castigo.
A tres años que ocurrió este hecho, ningún responsable de los homicidios y lesiones en agravio de los normalistas está preso.
Es un caso que permanece en la impunidad, dijo un ex dirigente del comité estudiantil de Ayotzinapa y defensores de derechos humanos.
En enero de 2012, la Procuraduría de Justicia de Guerrero detuvo a los agentes ministeriales Ismael Matadamas Salinas y Rey David Cortés Flores como presuntos autores materiales del asesinato de los dos normalistas.
Según la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en su recomendación que envió al Gobierno de Guerrero, a ambos judiciales se les ve portando rifles AR-15 en posición de tiro hacia la Autopista del Sol en dirección donde los dos jóvenes caen muertos a balazos.
Sin embargo, en 2013, los dos agentes ministeriales salieron en libertad luego de que un juez federal les concedió un amparo.
El ex dirigente de Ayotzinapa Jorge Castrejón Cotino señaló que a tres años de que sus dos compañeros fueran asesinados nadie de los responsables intelectuales que ellos acusaron, entre ellos el ex Gobernador Ángel Aguirre, el ex Procurador de Justicia Alberto López Rosas, y el ex Secretario General de Gobierno Humberto Salgado Gómez han sido investigados.
En el caso de Aguirre, el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan interpuso ante la Cámara de Diputados una demanda de juicio político, petición que se quedó en los archivos.
Pero a 34 meses de que la CNDH envió la recomendación 1 VG/2012 al Gobierno estatal y al Congreso local que derivó de la muerte de los normalistas, además del trabajador de una gasolinera, Gonzalo Rivas, sigue sin cumplirse en su totalidad.
Sobre todo en lo que respecta en el castigo a los responsables de los tres homicidios.
En el caso del ex Procurador López Rosas, ya hay un dictamen aprobado por mayoría en la comisión instructora del Congreso para que se le sancione con una inhabilitación para ocupar un cargo durante los próximos 10 años, pero la fracción parlamentaria del PRD ha obstaculizado su discusión.
El diputado priista Omar Jalil Flores, presidente de esta comisión, acusó a los diputados perredistas María Luisa Ayala y a Bernardo Ortega, éste último presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso, de haberse negado a firmar el dictamen.
En el anteproyecto de dictamen se le señala a López Rosas de haber enviado a policías ministeriales armados al desalojo y de presuntamente ordenar la tortura a los estudiantes.
Además de que a un normalista, aparte de que se le torturó, se le sembró un arma de fuego para parecer que éste había disparado contra los agentes.
A tres años
Castrejón contó que el 12 de diciembre de 2011 decidieron bloquear la Autopista del Sol porque el Gobernador Ángel Aguirre se negaba a dar cumplimiento a una minuta de acuerdos que firmó durante una visita que realizó en octubre de ese año en las instalaciones educativas.
En ese documento, Aguirre se comprometía a cambiar al director de la escuela, quien no reunía el perfil académico, aumentar la beca alimenticia, mejorar las instalaciones de la escuela y mantener la matrícula educativa.
Indica que cuando apenas habían transcurrido cinco minutos del bloqueo en la carretera aparecieron policías federales y estatales armados.
Y que cuando los agentes empezaban con el operativo de desalojo, algunos estudiantes les tiraron piedras, lo que provocó que los agentes se replegaran.
Fue entonces cuando los policías empezaron a disparar.
«Yo, la verdad, pensé que eran balas de goma y eso fue lo que les dije a mis compañeros, que no tuvieran miedo», recordó.
Dice que minutos después se dio cuenta de que las balas no eran de goma cuando vio que su compañero Gabriel Echeverría estaba tirado en el piso en medio de un charco de sangre.
Indica que durante el ataque contra ellos hubo otros cuatro estudiantes lesionados, uno de ellos, Edgar David Espíritu, que recibió un balazo en el tórax y aún sufre las secuelas de esa herida.
Dice que luego de gritarles a sus compañeros que tenían un herido, como pudo se abrió paso para ir por la camioneta Urvan que habían dejado estacionada afuera de la gasolinera.
Su plan era acercar el vehículo a donde estaba Gabriel herido, subirlo y llevarlo a una clínica para que lo atendieran.
Recordó que ya iba para el lugar donde estaba tirado Gabriel, cuando cuatro de sus compañeros heridos le dijeron que se sentían muy mal.
Uno de ellos, Édgar David Espíritu, tenía el pecho lleno de sangre.
A él, según pruebas periciales, cuando Édgar David corría hacia el puente del encauzamiento del Río Huacapa, cerca del centro comercial de Galerías, recibió un balazo.
Nota redifundida en NOTIGODÍNEZ. Fuente
