Sonia del Valle
Reforma
Cd. de México, México (30 diciembre 2014).- Los asesinatos y amenazas de muerte en contra de sacerdotes se dispararon en el actual sexenio, revela un informe del Centro Católico Multimedial.
Los asesinatos, refiere el informe «El riesgo de ser sacerdote en México», se incrementaron 100 por ciento en comparación con los datos de los primeros dos años de Gobierno del ex Presidente Felipe Calderón; mientras que las amenazas de muerte se incrementaron en 221 por ciento en el mismo periodo.
En los dos primeros años de la actual Administración, encabezada por Enrique Peña Nieto, se registraron 8 asesinatos de sacerdotes y 2 desapariciones forzadas, mientras que en el mismo lapso del pasado sexenio panista se dieron 5 crímenes.
«Se han cometido 8 homicidios contra sacerdotes y se tiene registro de 2 desaparecidos; en total, 10 agresiones violentas contra religiosos, en tan sólo dos años de gestión, lo que podría dar indicios de que este sexenio podría ser más violento en relación al periodo del ex Presidente Felipe Calderón», señala.
«Del 2012 a la fecha se tiene referencia de 520 amenazas, situación que ha incrementado un promedio de 221 por ciento las intimidaciones».
Dichas amenazas se concentran en Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Veracruz, Distrito Federal, Morelos, Aguascalientes, Colima, San Luis Potosí, Estado de México y Chihuahua (específicamente, en la Sierra Tarahumara).
«En este contexto, en la región del sureste mexicano, la vida de un sacerdote ha sido estipulada a precio de 300 mil pesos», estima el estudio.
El informe no incluye el reciente secuestro y homicidio del sacerdote Gregorio López Gorostieta, quien fue privado de la libertad por un comando en Ciudad Altamirano y luego hallado muerto en el Municipio de Tlapehuala, Guerrero.
Esta entidad es la más peligrosa para los religiosos, según el documento.
Además de López Gorostieta, en los últimos 12 meses dos sacerdotes adscritos a la Arquidiócesis de Acapulco fueron secuestrados y asesinados.
Se trata del padre misionero John Ssenyando, de origen ugandés, quien trabajaba en la Diócesis de Chilpancingo y fue plagiado en el poblado de Nejada el 30 de abril de 2014. Posteriormente, fue encontrado en una fosa común el 28 de octubre de este año, en Cocula.
El otro caso es el del padre José Ascención Acuña Osorio, de 37 años, plagiado el 21 de septiembre de 2014 y posteriormente hallado en el Río Balsas el 23 de septiembre, muy cerca del pueblo Santa Cruz de Las Tinajas, en el Municipio de San Miguel Totolapan, en la región de la Tierra Caliente guerrerense.
En la mira del crimen
En el informe «El riesgo de ser sacerdote en México» se reportan los atentados contra religiosos.
Los desaparecidos
– Santiago Álvarez, de la diócesis de Zamora, desaparecido el 29 de diciembre de 2013.
– Carlos Ornelas Puga, de la diócesis de Ciudad Victoria, desaparecido el 3 de noviembre del 2013.
– Con paradero desconocido, ambos son buscados por autoridades.
