México, 23 de enero 2015 (NOTIGODÍNEZ).- La gente no ha entendido su obligación civil de boicotear a empresas criminales como Grupo Salinas, que además de cometer atracos al erario, abusos, explotación y despojos brutales día con día (se ha hecho de parques eólicos robándole sus tierras a campesinos de Chiapas), tratan con la punta del pie a los propios incautos que voluntariamente llegan a seguirla enriqueciendo.
Un nuevo caso de discriminación por parte de Tiendas Elektra, del delincuente de cuello blanco Ricardo Salinas Pliego, se difundió ayer luego de que una sucursal en Matamoros le negara crédito a una mujer discapacitada… por carecer de brazos.
Alejandra Cortina Figueroa, sicóloga del Centro de Rehabilitación Integral de Matamoros, acusa de discriminación a Electra de Tamaulipas. Foto Julia Le Duc / La Jornada
De acuerdo con los reportes en medios, Alejandra Cortina Figueroa, psicóloga del Centro de Rehabilitación Integral de Matamoros, acudió a una sucursal de Elektra ubicada en esa ciudad para comprar a crédito un refrigerador. No obstante, la solicitud le fue negada porque requerían de sus huellas digitales para llenar la documentación correspondiente y, como no tiene brazos, evidentemente no «cubría en requisito».
«Es la primera vez en mi vida que me pasa, he tenido crédito en otras mueblerías, soy candidata por mi empleo y mi salario, porque no estoy en buró y sin embargo en Elektra me hicieron sentir mal porque no tengo mis brazos», dijo a medios de comunicación.
La profesionista de 26 años nació con agenesia, un trastorno congénito que impide el desarrollo normal de los órganos durante la etapa embrionaria. Sin embargo, sus limitaciones físicas no fueron impedimento para que la joven realizara su vida en plenitud. Actualmente está a cargo de proporcionar terapia a otras personas con discapacidad y lleva seis años trabajando en dependencias del «gobierno».
Por su antigüedad laboral y nivel de ingresos es candidata a obtener un crédito, sin embargo el personal de la tienda se lo negó por la condición que padece, acreditándose el acto discriminatorio.
«En ninguna parte me habían tratado así, pero esto revela el tamaño de discriminación que enfrentamos las personas que vivimos con algún tipo de discapacidad, ya que el papeleo se pudo haber realizado pero ellos no quisieron», denunció.
Por estos hechos, Alejandra Cortinas acudió la cuarta visitaduría de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para interponer una queja contra el consorcio Elektra, advirtiendo que llegará hasta las últimas consecuencias para hacer respetar su derecho a acceder a créditos.
En otras palabras, la joven seguirá peleando por endeudarse y seguir enriqueciendo a los peores criminales de este país. Estrictamente hablando eso es justo lo que está haciendo. La acaban de tratar con la punta del pie, discriminándola y negándole, en efecto, su derecho a endeudarse (en realidad le estaban haciendo un favor). El mejor castigo a semejantes delincuentes sería no volver a comprarles nada, no poner un pie en sus tiendas miserables que, tras «bambalinas», son verdaderos centros de explotación humana, mientras el dueño amasa grandes fortunas evadiendo impuestos millonarios y estafando a la gente.
Por tanto, la verdadera defensa a los derechos humanos estriba en aplicar y promover el boicot contra Grupo Salinas, Grupo Televisa, Grupo Carso y demás consorcios delincuenciales.
Con información de Proceso y La Jornada
