El dispendio continúa porque el pueblo paga todo sin chistar. Una nota de ayer en Reforma titulada «Cuesta 36 mdp que OCDE vigile NAICM» revela que los criminales usurpadores en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes –básicamente el PRI–, pagarán esos 36 millones del erario mexicano a su colega priista José Ángel Gurría, presidente de la OCDE, para que avale todas las cochinadas, raterías y despojos del negociazo del sexenio: el «Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México». Como ya se sabe, una constructora del ladrón más rico del mundo (Slim) obtuvo una «licitación» para llevarse una tajada de este «proyecto» absurdo y oneroso. Pero eso no es todo. Vendrá más saqueo y beneficios para las empresas amigas del asesino de Atenco, por lo que se necesita una voz simuladora que avale desde fuera de México todas estas mega-corruptelas pagadas con recursos públicos, aunque sólo le crean los imbéciles que no saben que detrás de la OCDE hay un priista.
Alan Miranda
Reforma
Cd. de México, México (12 febrero 2015).- La asesoría y acompañamiento en materia de transparencia que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) brindará para el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) costará 2 millones 126 mil euros, unos 36 millones de pesos mexicanos.
El convenio que ese organismo internacional firmó el pasado 9 de enero con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) fue divulgado por acuerdo entre ambas instituciones tras su protocolización.
El documento de seis hojas indica que la OCDE realizará un análisis de los marcos institucionales, procedimientos y regulatorios aplicables, con un diagnóstico de la situación actual y un mapa de riesgos en materia de integridad.
También hará una lista de buenas prácticas en materia de contratación de obra pública que se pueden aplicar al proyecto, realizará seminarios con expertos para tratar los riesgos identificados en el análisis del proyecto.
Asimismo, el organismo internacional aportará para el desarrollo de una estrategia de comunicación y emitirá opiniones, recomendaciones y asesoramientos sobre áreas específicas del proyecto.
Estas tareas se realizarán mediante un representante de la OCDE en México y no desde sus oficinas centrales en París, Francia.
Sin embargo, hay una cláusula en la que la SCT exime a la OCDE de cualquier responsabilidad en caso de fallas en el proyecto.
«(…) la ‘SCT’ acuerda específicamente que la ‘OCDE’ no será considerada responsable de cualesquiera daño pecuniario, moral o de otro tipo, en relación con el ‘PROYECTO’, y exime a la ‘OCDE’ de toda responsabilidad por cualesquiera reclamaciones de terceros basadas en esos motivos», indica el documento.
