México, 25 de abril 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Otro corrupto «honesto» que admite que delinque, como el edil que «roba pero nomás poquito». Si bien no hay nada más asqueroso que un ratero negando serlo e indignándose cuando le dicen sus verdades, éste tampoco debería escapar a la acción de la justicia por más cínico que sea. Claro, se descara porque sabe perfectamente que no le tocarán un pelo.
El diario Reforma difundió hoy las declaraciones del presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en el DF, José Luis Beato –le va muy bien el apellido con su doble moral– quien descaró que todos los empresarios son corruptos y en algún momento han tenido que «dar mordida» para seguir adelante con sus negocios sucios.
«Todos en algún momento, todos, han tenido que dar una mordida para que el documento salga más temprano y, pues, eso es corrupción», dijo citado por el rotativo.
«Todos hemos aprovechado a un conocido que teníamos en el Gobierno para que nuestro documento salga más temprano. Eso es corrupción. El tráfico de influencias es corrupción», admitió cínicamente. Sin embargo, nótese como se evade con un «todos» en lugar de decir que ÉL es corrupto, para justificar su criminalidad con el «mal de muchos» como si la sensación de estar en manada le diera tranquilidad.
«En este país, si no conoces a nadie, no te atienden ni en el Seguro Social», remató.
Sin dar cifras, el sujeto señaló que la mayor cantidad de sobornos van a los trámites de permisos para construcción. En seguida, volvió a declarar con un cinismo aberrante que el problema consiste en la «mala ejecución de las leyes». Claro, los primeros en violarlas son ellos, los empresarios.
«Para nosotros no es un problema de leyes, sino de ejecución de las leyes. Nosotros también tenemos un trabajo porque tenemos que decir dónde están los problemas y tenemos que denunciar», reconoció.
¿Y por qué no lo hacen? ¿Por qué prefieren dar la «mordida»? Pues porque el «show debe continuar», ¿no? El show del saqueo, los negocios sucios y por supuesto, la corrupción.
De acuerdo con cifras de Transparencia Internacional, citadas por Reforma, México ostenta un índice de corrupción de 35 en escala de 0 a 100, siendo 0 el máximo nivel de corrupción. La cifra pareciera maquillada considerando los recientes escándalos que se han destapado sobre las casas de Grupo Higa y otros contratistas entregadas a altos «funcionarios» –incluyendo el usurpador–, que luego han sido beneficiados con contratos millonarios de obra pública.
Otra clasificación ubica a México en el lugar 103 de 175 naciones, donde el lugar más alto representa mayor corrupción.
Las «mordidas» son apenas uno de miles síntomas en un país corrompido y penetrado por la delincuencia. La corrupción tiene su más brutal consumación en los fraudes electorales para imponer a crminales en el poder, quienes luego vandalizarán la Constitución para justificar –en sus falsas leyes– los despojos de nuestro patrimonio en beneficio de grandes trasnacionales, verdaderos imperios de la corrupción mundial (Walmart, Coca cola, Pepsico, Nestlé, Monsanto, etc.).
La corrupción institucional deriva en descomposición social cuando los individuos pierden su dignidad y replican esa corrupción en sus vidas, buscando su propio bienestar a toda costa, robando y perjudicando al prójimo. La gente sin principios, ratera, corrupta hasta la médula e incapaz de salir adelante sin delinquir, es el peor reflejo de la descomposición social.
Con información de Reforma
Oye tú coparmex a mi no me incluyas!! Yo si trabajo!!