México, 5 de junio 2015 (NOTIGODÍNEZ).- El asesino de Atenco se ha atendido muy bien desde que lo metieron a la fuerza en Los Pinos. Pero los viajes, lujos y costosas excentricidades tanto de él mismo como de su mujerzuela e hijastras, son NADA comparados con las monstruosas mansiones que posee a costa de la miseria de millones de mexicanos.
La periodista Anabel Hernández finalmente reveló hoy, a través de un reportaje en el digital Proceso, el costo de un inmueble de cristal anexo a la residencia oficial de Los Pinos, que ella había detectado e informado en otra nota del mismo medio en septiembre de 2014. Entonces, la periodista denunció que las «instituciones» encargadas de garantizar transparencia estaban saboteando su investigación para dar con el monto erogado por esa innecesaria «obra».
Luego de intensas «batallas», a decir de la propia Hernández, encontró que el costo de ese elefantino edificio de 5 mil 270 metros cuadrados de construcción, con cargo al bolsillo de todos los mexicanos, fue de 78.37 MILLONES DE PESOS.
Durante el proceso de hallar la información sobre el valor del palacete de cristal de Peña, Anabel Hernández descubrió además un entramado institucional montado por «presidencia» para evadir la realización de un concurso de licitación, y sobre todo para brincarse las obligaciones de transparencia.
De acuerdo con la periodista, la construcción, equipo y mobiliario se pagaron con el presupuesto de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), con la que Peña firmó un «acuerdo de colaboración» –irregular a todas luces– para utilizar y administrar el inmueble de forma «gratuita» por lo menos hasta noviembre de 2018, un mes antes de que el asesino de Atenco deje el cargo que usurpó.
La gigantesca mole de vidrios polarizados, totalmente fuera de lugar comparada con el estilo arquitéctonico de Los Pinos, es casi tan grande como la propia residencia Miguel Alemán. Anabel Hernández detalla que ahí opera el dedo derecho de Peña Nieto, Aurelio Nuño Mayer, «jefe de la Oficina de la Presidencia». También es utilizado por mandos del cuerpo de Guardias Presidenciales, encargados de cuidar que nadie se acerque a decirle sus verdades al usurpador.
Proceso asevera que «Presidencia», a través de su secretaría particular, violó la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública, y que dispone de documentos que lo demuestran. Claro, si Peña violó la Constitución para meterse a la fuerza en Los Pinos, ¿por qué no habría de violar la ley de transparencia o cualquier otra que le venga en gana? Al cabo que el pueblo no reacciona.
Para dar una idea del daño al erario que implicó la construcción de ese monstruoso insulto de vidrio y cemento, Anabel Hernández señala que su costo, casi 80 MILLONES DE PESOS, equivale a TRES VECES EL PRESUPUESTO ASIGNADO A LA UNIDAD DE COMBATE A LA POBREZA de la Secretaría de Desarrollo Social, que en 2013 fue de 20.7 millones de pesos.
Como en otros casos de saqueo, la cuestión de fondo no es que el asesino de Atenco robe, despilfarre y dilapide recursos públicos a manos llenas. Sabíamos que pasaría esto si lo dejábamos imponerse. La cuestión es, ¿vamos a permitir que sigan el saqueo, el entreguismo, los fraudes y pero aún, la matanza de mexicanos, de aquí a 2018? Porque algo les podemos garantizar: todas estas vejaciones –y mucho peores– contra México y su pueblo seguirán, si éste no reacciona de inmediato.
«LA DESOBEDIENCIA CIVIL ES UN HONROSO DEBER CUANDO SE APLICA CONTRA LOS LADRONES DE LA ESPERANZA Y DE LA FELICIDAD DEL PUEBLO.»
Con información de Proceso
