México, 12 de junio 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Claro que Peña nunca va a presentar pruebas de cómo obtuvo las mansiones –una que le adjudica a su actual mujer y otra que le dio su amigo Ricardo San Román– porque no las tiene, al menos no para demostrar las mentiras descaradas que ha dicho al respecto. Porque si de pruebas reales se trata, ahí están los contratos millonarios otorgados a Grupo Higa y a su otro amigo empresario, tanto en el Estado de México como a nivel federal, probando la monstruosa corrupción que engendró dichas mansiones propiedad del actual usurpador.
De acuerdo con el portal Sinembargo, el asesino de Atenco Enrique Peña Nieto se negó a presentar documentos que prueben la forma como él y su mujerzuela, Angélica Rivera alias «La Gaviota», dicen que obtuvieron las casas de las que son propietarios –una en Las Lomas de Chapultepec en la Ciudad de México y otra en Ixtapan de la Sal– a solicitud del medio estadounidense Bloomberg.
La citada agencia internacional de noticias, increpó en entrevista al usurpador sobre el por qué no presenta las pruebas de compra que den por terminados los cuestionamientos de legitimidad que giran en torno al asunto, luego de la publicación del reportaje «La Casa Blanca de Peña Nieto» por parte de la periodista Carmen Aristegui, a quien, por cierto, Peña mandó echar de su espacio radiofónico en represalia por la difusión de dicho reportaje.
Sin embargo, el iletrado individuo dijo que «no ve las razones» para revelar esos documentos y se limitó a asegurar que su empleado Virgilio Andrade alias «Harry Potter», desde la «Secretaría de la Función Pública» (SFP) que Peña se proponía inicialmente eliminar, prepara una «investigación» [a modo] para reivindicarlos a él y a su mujer.
“Es un tema que ha sido suficientemente explicado y estoy dejando que la Contraloría se haga cargo de la investigación”, espetó Enrique Peña Nieto en entrevista con Bloomberg News en Bruselas, según informó hoy el portal Sinembargo.
“Yo reconozco que podría haber habido un error en este tema, un error en términos de la percepción creada, pero nunca fue un acto contrario a la Ley”, insistió.
Bloomberg intentó consultar alguna fuente al interior de la SFP para indagar sobre la fecha en que los resultados de esa «investigación» serán dados a conocer. No obstante, la agencia señaló que básicamente le dieron la patada al contestarle que «la ley no establece una fecha límite para presentar las pruebas», sin revelar el nombre del funcionario que le dio esa respuesta.
En un vergonzante acto de cinismo y burla sin límite, Peña Nieto designó en febrero pasado a su amigo Virgilio Andrade para que éste «investigue si hubo conflicto de interés entre las empresas que fueron beneficiadas con contratos de sus gobiernos y la compra de propiedades de él y la ex actriz de Televisa Angélica Rivera».
Durante la presentación de Andrade al frente de la SFP, Peña espetó la famosa frase de «ya sé que no aplauden» que será algo de lo más recordado en la «gestión» espuria de este miserable sujeto, aparte de las masacres y la entrega de nuestro recursos energéticos a trasnacionales.
Las empresas pertenecientes a Grupo Higa –empresa que otorgó la mansión conocida como la «casa blanca» de Peña Nieto– han obtenido contratos millonarios de obra pública. Su empresa Concretos y Obra Civil del Pacífico SA, por ejemplo, tiene una participación de 37.5 por ciento en un grupo que ganó los derechos para suministrar agua a Monterrey durante los próximos 50 años, según revela el portal Sinembargo.
Asimismo, el empresario Roberto San Román Widerkehr, fundador de la Constructora Urbanizadora Ixtapan que entregó a Peña una lujosa mansión en el exclusivo club de golf Gran Reserva de Ixtapan, también fue beneficiado con contratos de obra pública en el Estado de México por más de 100 MILLONES DE DÓLARES, desde que el asesino de Atenco desgobernaba esa corrupta y sangrienta entidad.
Sólamente los tinterillos, los leguleyos defensores de estos criminales de la peor ralea y la gente muy IMBÉCILES cuyo cerebro ha sido suplantado por la televisión, siguen exigiendo pruebas de la monstruosa corrupción del genocida Peña Nieto, cuyo régimen espurio ha rebasado por mucho a sus antecesores en cualquier ignominioso rubro que se ponga sobre la mesa: saqueo, entreguismo, corrupción, represión y masacres.
Lo más aterrador es que faltan todavía tres años y quien piense que pasado ese tiempo la pesadilla terminará, se equivoca rotundamente. Televisa, TV Azteca y demás oligarquía brutal ya preparan la imposición de su nuevo títere, Manuel Velasco Coello. El fraude electoral del pasado 7 de junio demuestra que las «instituciones» están determinadas a consumar esa nueva imposición cueste lo que cueste.
El momento de impedirlo es AHORA MISMO.
«LA DESOBEDIENCIA CIVIL ES UN HONROSO DEBER CUANDO SE APLICA CONTRA LOS LADRONES DE LA ESPERANZA Y DE LA FELICIDAD DEL PUEBLO.»
Con información de Sinembargo
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