México, 18 de junio 2015 (NOTIGODÍNEZ).- El entreguismo para beneficio de los verdaderos «dueños» de este país, los que subrepticimante mueven los hilos del teatro del absurdo llamado México, sigue adelante.
El priista Javier Duarte de Ochoa, desgobernador del saqueado y violento estado de Veracruz –territorio PRI por excelencia–, entregó a Carlos Slim la megaobra fallida del Túnel Sumergido de Coatzacoalcos, un elefante blanco que hasta el momento ha costado a los veracruzanos más de 2 MIL MILLONES DE PESOS y que no ha sido concluido.
De acuerdo con la agencia Proceso, el titular de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (Siop), Tomás Ruiz, informó ante el Congreso local que Carlos Slim está dispuesto a desembolsar 500 MILLONES DE PESOS que se necesitan para concluir el proyecto, a cambio de quedarse con la concesión de la obra por 45 años. Es decir, Slim cobrará el derecho de uso del túnel durante todo ese tiempo.
Detalla Proceso que la costosa obra, calificada como inútil y elefantina por la oposición local, se encuentra parada desde agosto de 2013. El consorcio integrado por Concesionaria Túnel de Coatzacoalcos S.A. (Cotuco) y la española FCC Construcción no concluyó los trabajos pese a embolsarse el presupuesto de 2 mil 065 millones de pesos asignado al proyecto. Posteriormente, el gobierno de Duarte argumentó “quedarse sin recursos” para terminarla.
Desde entonces se han denunciado los fraudes y desvíos de recursos que involucran tanto a las empresas como a los funcionarios priistas involucrados, sin que se le haya tocado un pelo a los saqueadores. En lugar de ello, Slim pagará el «hueco» dejado por el ladronazo Javier Duarte a cambio de quedarse casi 50 años con la obra pública.
Fue el antecesor de Ruiz al frente de la Siop, expanista Gerardo Buganza, quien acusó en mayo pasado los desvíos y corruptelas arriba mencionados, e incluso se comprometió a rescindir el contrato a Cotuco y a FCC y a demandarlas por las vías civil y penal para recuperar “los recursos necesarios” y concluir la megaobra. Al final dejó la dependencia y no hizo nada.
En diciembre de 2012, revista Proceso difundió toda una serie de irregularidades en la obra, desde desvío de recursos hasta fallas estructurales y materiales de mala calidad, que en conjunto implicarían un daño patrimonial cercano a los 400 millones de pesos.
La obra, que ahora se privatiza en beneficio de la constructora Grupo Carso de Carlos Slim, es un reflejo grotesco y oneroso de lo que ha sido la gestión de Javier Duarte al frente de Veracruz: desfalco, fraude, corrupción y en suma, un rotundo fracaso pagado por todos los veracruzanos.
Con información de Proceso