México, 4 de octubre 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Tras permanecer en México una semana en visita oficial, representantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) calificaron la situación de México como «grave» en materia de respeto a los derechos humanos, seguridad y violencia.
De acuerdo con el portal Aristegui Noticias, los visitadores de la CIDH emitieron un comunicado para dar el reporte final sobre sus observaciones en los rubros arriba mencionados. El diagnóstico de estos expertos fue brutal frente a las recientes desapariciones, matanzas, represiones y otros hechos de violencia contra el pueblo de México desde el propio régimen usurpador del asesino de Atenco, Enrique Peña Nieto.
¡Claro! ¿Qué otra cosa se puede esperar de un asesino que usurpó violentamente el poder, y peor aún, que ahí sigue mantenido cómodamente por todos los mexicanos?
Según el citado portal noticioso, los representantes de la CIDH concluyeron que en México «hay graves violaciones, en especial desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales y tortura; niveles críticos de impunidad y una atención inadecuada e insuficiente a las víctimas y familiares”.
Entre los grupos más susceptibles de sufrir violaciones a sus derechos fundamentales, la CIDH destacó a los periodistas y activistas, al constatar que el actual régimen usurpador ha desatado como nunca en la historia una guerra sin cuartel al derecho de libre expresión y manifestación de las ideas de los mexicanos.
“La violencia contra familiares de víctimas, defensores y defensoras de derechos humanos y periodistas es ejercida con el objetivo de silenciar las denuncias y el reclamo de verdad y justicia, y perpetuar la impunidad para las graves violaciones a los derechos humanos”, se lee en el comunicado citado por Aristegui Noticias.
En tal sentido, el caso Ayotzinapa es particularmente resaltado en el informe de la CIDH, pues el régimen usurpador de Peña Nieto se ha dedicado a entorpecer las investigaciones para imponer a toda costa su falsa «verdad histórica», con absoluto menoscabo al dolor de las familias y la exigencia de justicia de la sociedad mexicana. El caso es emblemático y brutalmente representativo de la consigna asesina del actual régimen.
La CIDH expresó su respaldo total al trabajo realizado por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que echó por tierra la versión «oficial» sobre la incineración de los 43 normalistas en un basurero de Cocula, Guerrero, y refrendó su exigencia de justicia al «Estado» mexicano usurpado. Otra vez la eterna necedad de exigir «justicia» a los propios delincuentes.
“La CIDH urge al Estado mexicano a esclarecer la verdad de los hechos y determinar las responsabilidades penales correspondientes. Específicamente, la Procuraduría General de la República (PGR) debe adoptar cuanto antes las medidas solicitadas por el GIEI», exigen los visitadores en el informe.
Si van a limitarse exigir, que por lo menos exijan la salida de los criminales que causan la barbarie relatada en su informe. Eso tendría más sentido que hacer el recuento de agravios y brutalidades, para luego «exigir» a los perpetradores que «ya se porten bien». Pero claro, se trata de simular. Así llevamos más de 80 años «exigiendo» a criminales que cumplan la ley, y de seguir esta ridícula tendencia, nos vamos a echar otro siglo denunciando lo mismo.
Con información de Aristegui Noticias
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