México, 26 de octubre 2015 (NOTIGODÍNEZ).- El gran mito de que el ser humano necesita carne para sobrevivir –eso sí, bien cocinadita y condimentada para que no «sepa feo»– ha enriquecido obscenamente a la gran industria carnicera mundial que, igual que las refresqueras o los impulsores de transgénicos, es «intocable» pese a los daños comprobados que sus productos causan a la humanidad sin mencionar la tortura y matanza de millones de animales.
De acuerdo con el portal informativo CNN, la Organización Mundial de la Salud (OMS) finalmente difundió los resultados de un estudio confirmando que el consumo de carne roja y procesada (embutidos y otros), es un factor de riesgo para contraer distintos tipos de cáncer.
En efecto, según el citado portal informativo, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) ha clasificado a la carne procesada como «cancerígena para los humanos basado en evidencia suficiente que consumir estos alimentos causa cáncer de colon y recto«, mientras que la carne roja –proveniente de mamíferos como la vaca, el cerdo y otros– aumentó su clasificación a «probablemente cancerígena».
Además del cáncer colorrectal, el consumo de carne roja y procesada también está asociado al cáncer de páncreas y de próstata, según el estudio en que participaron expertos de 22 países.
«Estos hallazgos confirman las recomendaciones actuales que hay de reducir el consumo de carne», afirma el doctor Christopher Wild, director de la IARC.
Pese a la denuncia, el sujeto volvió a legitimar la carne roja como «de valor nutricional importante», para no meterse en problemas con la brutal industria carnicera, conocida por sus prácticas abusivas de desprestigio y acoso contra científicos que exhiben los peligros del consumo de carne.
«Para un individuo, el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal por consumir carnes procesadas sigue siendo baja, pero el riesgo se incrementa con la cantidad de carne que se consume», dijo por su parte el doctor Kurt Straif, jefe del Programa de Monografías de la IARC. «A la luz de un gran número de personas que consumen carne procesada, el impacto en la incidencia global del cáncer es materia de interés de la salud pública», alertó.
La OMSE señaló que cerca de 34,000 muertes por cáncer al año pueden atribuirse a dietas que son altas en carnes procesadas. Esa es una pequeña fracción de las 8.2 millones de muertes que causó en 2012 el cáncer, según los últimos datos de la OMS.
De inmediato, industria carnicera y empresarios ganaderos rechazaron el informe, acusando «parcialidad y alteración de datos» para que generar resultados que vincularan al consumo de carne con el cáncer.
Lo único cierto es que todos los médicos del planeta recomiendan disminuir el consumo de todo tipo de carne (hasta de pescado o pollo), e incluso prohiben la carne roja en dietas de personas con problemas cardiovasculares, hipertensión, insuficiencia renal, obesidad y diabetes, entre otros. Hasta a pacientes con dolor de muelas les recomiendan disminuir las porciones de carne roja.
En el mundo existen más de 600 millones de vegetarianos repartidos en la India, Reino Unido, Alemania, Estados Unidos y otros países. La mayoría de los nutriólogos e incluso la propia OMS, son omisos en informar que tanto la carne como la leche de vaca no son necesarios para el consumo humano, y sus nutrientes se encuentran en gran variedad de fuentes de origen vegetal libres de grasas saturadas, colesterol y los químicos usados en la ganadería.
Hoy en día, el consumo de carne es totalmente desequilibrado en razón del costo/beneficio para el planeta, pues una vaca llega a consumir hasta 100 litros de agua al día en épocas de calor, cantidad que va a la alza por el calentamiento global –tomando en cuenta que la sobrepoblación del propio ganado genera gases de efecto invernadero–, lo que merma la cantidad de agua que podría destinarse a cultivos y desde luego, al consumo humano.
Con información de CNN