México, 16 de diciembre 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Ante el más absoluto silencio e indiferencia criminal del pueblo, una nueva ronda de entrega de nuestros yacimientos petroleros se llevó a cabo ayer, 15 de diciembre, al sector empresarial que tanto anhelaba saquear la riqueza nacional más importante: el petróleo.
De acuerdo con el diario La Jornada, los 25 campos petrolíferos ofertados durante la tercera fase de la llamada «Ronda Uno» de la contrarreforma energética, fueron rapiñados en su totalidad por la voraz iniciativa privada. De ellos, 20 campos se entregaron a empresas mexicanas y el resto a firmas extranjeras. Y claro, a Pemex la dejaron fuera para precipitar su quiebra.
Los campos entregados está en tierra firme, pese a que, según el discurso de los impulsores de la contrarreforma, ésta era necesaria sólo para realizar exploraciones en aguas profundas. La descarada mentira ha quedado al descubierto y el pueblo de México, principal perjudicado con este atropello, no hace absolutamente nada mientras los delincuentes que lo engañaron siguen adelante en el remate del patrimonio energético del país.
Detalla La Jornada que los 25 campos terrestres entregados están localizados en Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, Tabasco y Chiapas. De ellos, cuatro poseen reservas superiores a cien millones de barriles líquidos, ubicados en Tamaulipas, Veracruz y Tabasco.
Algunas de las compañías que en breve se beneficiarán con el saqueo de los mismos son las siguientes: Perseus, de México, para el campo denominado Tajón, en Tabasco; la firma Lifting Mexicana para el campo Cuichapa Poniente, en Veracruz, y la empresa Diavaz Offshore, ganadora del campo Barcodón, en Tamaulipas. Por su parte, la firma holandesa Canamex Dutch, en sociedad con otras empresas nacionales, obtuvo el campo Moloacán, en Veracruz.
Sin embargo, la empresa que más obtuvo licitaciones fue la mexicana Geo Estratos, en consorcio con petrolera inglesa MX Oil y la norteamericana Northcote, que «ganó» cuatro contratos para saquear los campos de petroleros de Pontón, Tecolutla, La Laja y Paso de Oro, todos en Veracruz.
El diario Por Esto! de Yucatán denunció el pasado 10 de diciembre que dicha empresa tiene como principales accionistas a Víctor González Dávila y Emilio Díaz Castellanos, éste último socio del «senador» priista Emilio Gamboa Patrón, «con quien durante décadas ha estado ligado en múltiples negocios», a decir del citado diario.
Por Esto! señaló que Emilio Díaz Castellanos es un empresario inmobiliario, sin relación alguna con el sector energético, pero que en vísperas de realizarse la tercera licitación de la Ronda Uno, se asoció con Víctor González Dávila de Geo Estratos.
«¿Necesitaba realmente Geo Estratos asociarse con un empresario inmobiliario, como lo es Emilio Díaz Castellanos […]? ¿O más bien requería contar con el aval político del jefe y socio de Díaz Castellanos, que no es otro que Emilio Gamboa Patrón, principal operador de Enrique Peña Nieto en las reformas estructurales, especialmente la Reforma Energética?», cuestiona el rotativo en su artículo.
Versiones que circulan en Internet acusan que Díaz Castellanos en realidad es prestanombres del priista Gamboa, siendo éste el verdadero beneficiario de la explotación de los cuatro campos que el régimen peñista regaló a Geo Estratos.
Con información de La Jornada y Por Esto!
