México, 29 de febrero 2016 (NOTIGODÍNEZ).- Sólo un completo imbécil habría creído las promesas del asesino de Atenco y actual usurpador, Enrique Peña Nieto, sobre los «beneficios» que traería para los mexicanos la contrarreforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones. En todo caso, como siempre, Peña cumplió su compromiso de más bonanza para los criminales adueñados de esa infraestructura.
Como se esperaba, la cacareada promesa de «acabar con los monopolios» de la televisión era una farsa engañabobos. Asimismo, los «beneficios» por la supuesta competencia que se abrió en el mercado de las telecomunicaciones, han sido prácticamente nulos para la mayoría de los mexicanos, mientras las trasnacionales que comienzan a rapiñar el «mercado» se llevan su buena tajada del pastel.
De acuerdo con el diario Reforma, la estructura del mercado en la televisión no ha cambiado en México pese a las promesas de la contrarreforma. En 2014, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) señaló a Televisa y América Móvil (de Carlos Slim) como agentes económicos preponderantes. Pero todo quedó en el circo.
Entonces, Televisa concentraba el 70 por ciento del control de la televisión abierta. Dos años después, la distribución del mercado sigue exactamente igual, con la empresa de Emilio Azcárraga reinando como lo que siempre ha sido: un monopolio del sector. Incluso, pese a la supuesta «baja en el rating» de su programación tras la llegada de trasnacionales de entretenimiento por Internet como Netflix, la empresa conserva su rentabilidad y se sigue expandiendo.
«En televisión restringida, un mercado que no se quiso regular, Televisa ha subido su control», denunció Miguel Flores Bernés, especialista en competencia citado por Reforma.
En efecto, la semana pasada el IFT avaló la compra total de Cablevisión Monterrey a manos de Televisa, con lo que la empresa de Azcárraga Jean consolidó también su dominio en el sector de televisión «restringida» –pagar por embrutecerse– a través de sus filiales Izzy, Cablevisión y Sky.
Flores Bernés abundó que el mismo estancamiento se observa en el sector de radiodifusión, igualmente cooptado por Televisa y otros grupos afínes a ella.
Por cuanto al mercado de las telecomunicaciones, si bien existe ya una participación un tanto mayor y una disminución en los precios al consumidor, los beneficios han sido raquíticos.
Hace dos años, el monopolio de telefonía fija detentado por Carlos Slim, a través de Telmex, concentraba el 71 por ciento de los usuarios. Hoy, se calcula en 60.8 por ciento, aunque los «competidores» de Slim que comienzan a incursionar en el mercado dependen de la infraestructura de Telmex/América Móvil.
A su vez, las tarifas de telefonía registran disminuciones raquíticas de 20 por ciento en promedio.
Con información de Reforma
