Por Laura Quintero
El Economista
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó que el gobierno de Veracruz incurrió en actos de corrupción e irregularidades en el manejo de los recursos públicos, que generan daño patrimonial por un monto de 43,554 millones de pesos durante el periodo 2010-2014, de acuerdo con un documento elaborado por el Observatorio de las Finanzas Públicas de la Universidad Veracruzana.
El informe refiere que en las cuentas públicas del 2010 al 2014, la ASF determinó para la administración de Javier Duarte un total de 29,281 millones de pesos en “observaciones”, lo cual podría implicar un daño patrimonial, porque el dinero no se aplicó a los programas establecidos y tampoco se devolvió a la Federación.
Además, la instancia gubernamental indicó “aclaraciones” por un monto de 14,274 millones de pesos, en donde se identificaron montos de gastos no justificados o no comprobados, por lo que ahora se está exigiendo que se documente y respalde para determinar si hay o no algún daño patrimonial.
Los recursos entregados por el gobierno federal estaban destinados para que el gobierno estatal los aplicara en diversos programas de desarrollo social, particularmente en salud, educación y seguridad pública.
Al respecto, Hilario Barcelata, coordinador del Observatorio de las Finanzas Públicas, refirió que cuando se observan a detalle los recursos no aplicados y que corresponden a fondos de educación, salud y seguridad, principalmente, se detectan repercusiones sociales muy importantes.
“Tan sólo en materia de educación se dejan de ejercer 20,000 millones de pesos que repercuten en la atención en este sector, o los 10,000 millones de pesos que no se destinan a las cuestiones de salud, por lo que en el fondo específico del Seguro Popular hay señalamientos muy importantes de recursos que se entregaron y no se aplicaron”, afirmó el investigador.
Deterioro gradual y multiplicación de corrupción
Anualmente, hubo un incremento en el monto total de las observaciones y aclaraciones reclamadas pues, en el 2010, el monto de observaciones fue de 3,434 millones de pesos, en tanto que para el 2011 se detectó un faltante de 4,532 millones de pesos; para el 2012 el monto averiguado fue de 5,552 millones y para el 2014, la cifra ascendió a 9,557 millones de pesos, es decir, casi tres veces más que el observado en el 2010.
“La corrupción se triplicó en sólo cinco años. Al sumarse el total de cada año se llega a la cantidad de 29,281 millones de pesos, que es el monto total acumulado durante el periodo”, refiere el documento.
También advierte que desde el 2012, las aclaraciones se han ido acumulando; ese año se señaló un monto total por aclarar de 5,078 millones de pesos; en del 2013, de 4,717 millones, y en el 2014, de 4,977 millones de pesos. La suma de los tres años hace un total de 14,272 millones de pesos.
Se incrementa la deuda del estado
“Ni las observaciones ni las aclaraciones han sido resueltas, por lo que el gobierno está obligado a devolver estos recursos a la Federación, junto con los intereses generados hasta que lo reintegre. Además, estos recursos no entregados vienen a engrosar el monto de la deuda pública de Veracruz, porque constituyen una obligación a pagar, lo que significa que habrá que devolver esos recursos”, afirmó Hilario Barcelata.
El especialista explicó que en la medida que estos recursos deben devolverse a la Federación, constituyen una obligación de pago del gobierno del estado y, por lo mismo, deben sumarse como parte de la deuda pública estatal, con lo que ésta alcanzaría un monto aproximado de 170,593 millones de pesos.
Con gran opacidad
“El gobierno ha sido bastante opaco en términos de presentación de la información que se requiere para saber cuál es el ejercicio de la cuenta pública”, aseguró Barcelata.
A propósito de la función de control y evaluación de la gestión gubernamental y desarrollo administrativo, Diego Díaz, investigador del Intsituto Mexicano para la Competitividad (Imco), afirmó que en el caso de Veracruz no se es claro cómo han gastado su presupuesto, sino solamente se conoce cómo es que dijeron que iban a gastarlo.
Refirió que, la entidad, en muchos sentidos, no es el mejor ejemplo en temas de transparencia, ya que hay gran opacidad en la administración saliente, “hay áreas en las que están sumamente mal, como lo son los pasivos de corto plazo, donde se desconoce completamente cuál es el monto que tienen con los proveedores, por ejemplo”.
