México, 9 de mayo 2018 (NOTIGODÍNEZ).- Tres militares fueron ejecutados ayer por la noche durante una emboscada en Coyuca de Catalán, en la región de la Tierra Caliente, Guerrero, luego de que, la víspera, Abel Montufar Mendoza, candidato priista a diputado local, fuera hallado asesinado en la zona urbana de Ciudad Altamirano.
De acuerdo con Proceso, citando a su vez un comunicado de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), los militares resguardaban el rancho El Pozo, ubicado en el poblado de Monte Grande, propiedad de la familia del candidato ultimado.
Según el informe, eran las 20:30 horas cuando los soldados que custodiaban el rancho recibieron reportes sobre la presencia de hombres armados en inmediaciones de la propiedad. Cuando arribaron al sitio indicado, fueron atacados a balazos por sujetos desconocidos.
El saldo de la escaramuza fue de tres militares muertos, tres heridos y otros tres desaparecidos. Los soldados caídos fueron identificados como el teniente Pedro Chávez González; sargento segundo Patricio García Hernández, y el cabo Raúl Bernal.
Por su parte, los heridos son los cabos Ofelio Cruz Pérez y Juan Guadalupe Balleza, así como el soldado raso Lenin Ocaña de la Cruz, mientras que los elementos desaparecidos son el cabo Apolonio Noriega Tinoco y los soldados Edgar Daniel Vázquez Murga y Juan Rivera Reyes.
En cuanto a los agresores, hasta el momento se desconocen sus identidades. Sedena informó que tras el ataque, se realizó un operativo para tratar ubicar al grupo agresor y localizar a los castrenses desaparecidos.
Desde que el usurpador Felipe Calderón Hinojosa emprendió una falsa «guerra contra el narcotráfico» en 2006, tras robarse la Presidencia de la República, la violencia se ha exacerbado como nunca en todo el país. La estrategia fallida de utilizar al Ejército para labores de seguridad pública, continuada por el también usurpador Enrique Peña Nieto, ha resultado en un holocausto de mexicanos que ronda los 200 mil muertos.
Guerrero particularmente, ha visto incrementado su baño de sangre con la llegada del priista Héctor Astudillo a la gubernatura, al grado de que la entidad sureña rebasa ya al sangriento Estado de México -bastión del PRI y del narco- en homicidios.
Con información de Proceso
