México, 11 de junio 2020 (NOTIGODÍNEZ).- Pseudoperiodistas, “opinólogos” a sueldo y panfleteros de la corrupta prensa falsaria, destinaron el mes pasado HORAS en radio y televisión para promocionar al genocida Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, usurpador de la presidencia en el sexenio 2006-2012, con el pretexto de la publicación de su libraco cuyo título, “Decisiones difíciles”, plagió de un texto escrito por Hillary Clinton en 2014. Pero ahora, frente a las nuevas revelaciones sobre testimonios en Estados Unidos que podrían hundir a su adorado expanista, callan como lápidas de cementerio mosqueado.
Este día, la gran periodista Anabel Hernández –ella sí, VERDADERA PERIODISTA– difundió un reportaje demoledor que revela información clave en el caso Genaro García Luna: el narcotraficante Édgar Valdez Villarreal, alias “La Barbie”, fungió como informante secreto de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos y el Buró Federal de Investigaciones (DEA y FBI, respectivamente, por sus siglas en inglés).
Más importante aún, el Departamento de Justicia de la Unión Americana consideró veraz toda la información que La Barbie proporcionó al gobierno de Estados Unidos durante su periodo de colaboración, dos años del espuriato calderonista, con las mencionadas agencias del vecino país del norte.
“I accept from the government that his information was truthful, but I’m not convinced that is has been entirely complete, but I’m going to assume that it was more complete that incomplete”, se lee en un fragmento del documento judicial que Hernández cita en su reportaje publicado en el portal de otra gran periodista, Carmen Aristegui Flores.
“Se acepta desde el gobierno [de EE.UU.] que su información [la proporcionada por Valdez Villarrreal] fue veraz, aunque no hay la seguridad de que sea del todo completa, pero se asume que fue más completa que incompleta”, es la traducción del citado texto.
¿Por qué es relevante esta información que, hasta ahora, había permanecido clasificada? Porque desde 2012, a través de una carta difundida en noviembre de esea año, La Barbie acusó a Calderón de solicitar y encabezar reuniones con narcotraficantes. En su momento nadie tomó en serio las acusaciones, pero ahora cobran una nueva dimensión frente al hecho de que el propio gobierno de Estados Unidos ha convalidado los demás testimonios de Valdez Villarreal.
Como es de suponerse, ninguno de los mamarrachos que se autonombran “periodistas” ha informado ni media palabra sobre el asunto.
Ciro Gómez Leyva, por ejemplo, entrevistó durante más de media hora al genocida Calderón el pasado 18 de mayo en la radiodifusora de Grupo Imagen. Llegó al extremo de hacer propaganda descarada del libraco calderonista, diciendo “que le gustó mucho” y llamando a a la gente a comprarlo. En aquel vergonzoso circo propagandístico disfrazado de “entrevista”, desde luego, no se tocó ni por error el tema de Genaro García Luna. Y claro, el farsante Ciro no ha mencionado absolutamente nada sobre las nuevas revelaciones de Anabel Hernández.
Otro que lambisconeó y promocionó a Calderón fue el derechista Pascal Beltrán del Río, director editorial del pasquín Excélsior y colega de Ciro Gómez en Grupo Imagen. De igual modo “entrevistó” al exusurpador sin tocar uno solo de los temas relevantes, principalmente su manifiesta complicidad con García Luna. Hoy, como siempre, Beltrán del Río ha estado muy ocupado denostando al régimen de Andrés Manuel López Obrador y no ha informado nada, ni lo hará, sobre el reportaje publicado hoy por Hernández.
Pero el premio a la farsa de “entrevista” más lambiscona se lo llevó un tal Leo Zuckermann, empleado de Televisa, quien llegó al extremo de poner en duda las acusaciones contra García Luna y prácticamente defenderlo para lavarle la cara a su adorado Felipe Calderón. Zuckermann y sus compañeros de programa, entre ellos Denise Dresser Guerra, llevan dos días haciendo un festín de “la BOA” sin enterarse, porque no les interesa, sobre las nuevas revelaciones que incriminan cada vez más a su amado genocida Calderón.
Opinión:
Para algunos lectores puede parecer absurdo seguir exhibiendo a estos sujetos. Es obvio que no informarán jamás sobre los nexos de Calderón con el narco y la creciente pila de pruebas que lo incriminan. ¿Para qué insistir sobre ello? Porque mucha gente aún los ve, lee y escucha en los medios corruptos donde todavía gozan de espacios para seguir desinformando. Muchos automovilistas, locatarios, hombres, mujeres y niños en sus hogares, siguen bajo la hipnótica y venenosa influencia de las empresas criminales que detentan sus mal habidas concesiones de radio y televisión. Mientras la gente no termine de quitarse la venda de los ojos, seguiremos denunciando a estos delincuentes arrastraplumas, prostitutas y mercenarios de la prensa falsaria.