México, 7 de noviembre 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Como «chivo en cristalería», el dólar retrocedió en su valor algunas semanas para luego «dejarse ir» y volver a devaluar brutalmente a nuestra moneda, cerrando la semana causando una «depreciación» al peso mexicano de más de 1 por ciento.
De acuerdo con la agencia Proceso, citando a su vez datos de Banco de México (Banxico), el dólar libre cerró este viernes su cotización en 17.12 pesos, 1.14 por ciento sobre el cierre de la jornada anterior. En tanto, a nivel interbancario el billete verde cerró en 16.81 unidades.
Como siempre, sobre todo desde la imposición de Enrique Peña Nieto en Los Pinos, esta nueva devaluación fue causada por algo que ocurrió en Estados Unidos: la mejora en su mercado laboral. Allá se incrementa el empleo y acá se devalúa nuestra moneda, con el consecuente empobrecimiento de millones de mexicanos. «¡Viva la independencia!»
Refiere Proceso que en el vecino país del norte «se crearon 271 mil empleos en octubre, cifra mayor al dato registrado en septiembre que fue de 137 mil plazas de trabajo, según información difundida este viernes por el Departamento de Trabajo de la Unión Americana». De ahí, la Reserva Federal estadounidense (Fed) incrementaría sus tasas de interés antes de que finalice el año. ¿No es delirante que eso provoque la devaluación de nuestra moneda?
Durante la jornada bursátil que vio caer en picada a nuestro peso, Banxico volvió a activar su «mecanismo para subastar 200 millones de dólares, más otros 200 millones que inyecta al mercado cambiario diariamente». Proceso explica que estas medidas son aplicadas para poner a disposición de los inversionistas 400 millones de dólares y garantizar la liquidez el mercado.
Dada la incertidumbre de la postura monetaria de la Fed –sí, estamos con el alma en un hilo por lo que comen allá, a ver cuánto daño nos hace acá–, Banxico anticipó que la volatilidad continuará y que la estabilidad observada el mes pasado «podría variar». TRADUCCIÓN: SEGUIRÁ DEVALUÁNDOSE EL PESO. Dicha volatilidad también estaría motivada por la elusiva fortaleza de la zona del euro y vulnerabilidades significativas en algunas economías emergentes emblemáticas, tales como China y Brasil.
Desde luego, la devaluación del peso tiene impactos en la inflación y por tanto, en el incremento a precios al consumidor. El obeso «titular» de Banxico, Agustín Carstens, confirmó que la «depreciación» de nuestra moneda impactó en los precios de las mercancías, en particular, de los bienes durables que continúan aumentando pausadamente.
Analistas citados por Proceso informaron que la volatilidad en el tipo de cambio continuará durante el resto del año mientras la Fed no incremente sus tasas, además de la exposición a riesgos como el comportamiento de la economía China, los precios del petróleo, así como la situación social y económica del país.
Con información de Proceso