México, 16 de julio 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Mientras el asesino de Atenco remata nuestros recursos naturales, energéticos y humanos a las grandes empresas francesas, los esbirros de Televisa están más pendientes de los «panchos» que públicamente se propinan el sujeto y su actual mujer, para que nadie se entere de las verdaderos atropellos que ese criminal y la mafia que lo impuso están cometiendo.
De acuerdo con la agencia Proceso, en los primeros dos años desde que Peña usurpó el poder, los ingresos de los hogares mexicanos cayeron 3.5 por ciento, mostrando un retroceso a niveles inferiores a los de 2010, según datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), citados por Proceso.
En 2014, el ingreso corriente promedio por hogar mexicano se ubicó en 13 mil 240 pesos mensuales, es decir, una baja de 3.5 por ciento con relación a 2012 cuando sumaba 13 mil 722 pesos, descontando ya el índice inflacionario.
Las cifras revelan tambien que los más afectados con la imposición del asesino de Atenco, fueron los hogares con menos ingresos en el país. Esto es, los que percibían ingresos mensuales de entre 8 mil 300 y 20 mil 700 pesos vieron reducidas sus ganancias en un 3.6 y 6.1 por ciento, respectivamente, en comparación con el año 2012.
Asimismo, en lo que va del actual espuriato, se encontró que 50 por ciento de los hogares más pobres de México han recibido ingresos miserables, por debajo de la línea de bienestar, que se determina por la suma del valor de las canastas básica y alimentaria. Este año, la línea de bienestar se elevó a 2 mil 161 pesos mensuales por persona.
Sólo 10 por ciento de los hogares más pobres del país registraron un leve incremento en sus ingresos entre 2012 y 2014. No obstante, expresado en cifras reales, el aumento de 2.1% en dos años es ridículo considerando que, en promedio, esos hogares recibieron sólo 53 pesos adicionales cada mes, a repartir entre una media de 3.8 personas que integran una familia en este país.
En los dos primeros años del régimen usurpador peñista, el ingreso mensual de millones de familias en condición de miseria quedó estancado en 2 mil 572 pesos mensuales –85.7 pesos diarios–, insuficientes para cubrir las necesidades de los ocupantes del hogar tomando en cuenta el valor de la línea de bienestar mínimo.
Es decir, cada uno de los 12 millones de mexicanos más pobres –entre los que hay gran cantidad de niños– debió sobrevivir con tan solo 676 pesos cada mes de 2014, prácticamente la mitad de los 1,102 pesos mínimos requeridos según la línea mencionada.
Aunque las cifras del año que corre aún no se han dado a conocer, el panorama no debe ser muy distinto considerando la devaluación rampante en que el actual régimen está sumiendo al país, y que eventualmente disparará los niveles de inflación impactando los ingresos de las familias mexicanas más humildes. Ciertamente, la inoperancia del actual régimen ha sido tal que ni siquiera se ha preocupado en simular que hace algo por encubrir catástrofe y paliar los efectos de sus «políticas», encaminadas a incrementar la riqueza de los de siempre. En eso sí ha cumplido, y muy bien.
Con información de Proceso