INAH de Puebla amenaza a trabajadores para que no revelen hallazgos arqueológicos que frenarían distribuidor vial de Cholula

ÚLTIMA HORA: Se acaba de encontrar un cráneo perteneciente a un «guerrero jaguar» en Cholula durante los trabajos del distribuidor vial, pero el INAH sigue ocultando la información. El hallazgo fue revelado por la prensa española. Continúa la consigna criminal del INAH por órdenes del asesino Rafael Moreno Valle. Por favor entren a la nota difúndanla. Gracias.

Fermín Alejandro García
La Jornada de Oriente

Hace unos días, luego de que tiraron la barda que delimitaba al antiguo balneario de San Juan de San Pedro Cholula, se descubrieron unas escalinatas bien conservadas, que al parecer son parte de la plataforma de un edificio religioso del posclásico indígena –que data de entre los años 1300 y 1500 d.C–, lo cual indica que en toda esa área existen importantes vestigios arqueológico y serán destruidos con el distribuidor vial que insensatamente construye el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas. Frente a dicho hallazgo se optó por cubrir las excavaciones del pozo tres de sondeo.

Ese comportamiento de esconder las escalinatas obedece a que se sabe que la delegación en Puebla del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que encabeza José Francisco Ortiz Pedraza, tiene amedrentados a los trabajadores que laboran en la zona de que serán despedidos sí se difunde ante la opinión pública el número e importancia de los vestigios de edificios, entierros y otros hallazgos que se están encontrando en una serie de pozos de sondeo, pues dicha instancia estaría actuando en contubernio con el gobierno del estado para evitar que el propio INAH cancele la obra del distribuidor en cuestión.

Las escalinatas son un descubrimiento aparte de los 12 entierros de los que, la semana pasada, dio cuenta La Jornada de Oriente.

Una fuente confiable indica que se tiene un registro fotográfico de las escalinatas de lo que sería una pirámide, mismo que se encuentra en poder de la Secretaría de Infraestructura del gobierno estatal, y en ese material se observa que se trataría de una estructura que está en un tramo largo, cerca de la calle 12 Oriente de San Pedro Cholula, entre la parte final de la recta y donde antes pasaban las vías del ferrocarril.

Todo indica que la delegación del INAH quiere evitar que la información llegue a las oficinas centrales de la directora general del instituto, María Teresa Franco, como una manera de evitar que se decida cancelar la obra del distribuidor vial, luego de que dicho organismo quedó muy mal colocado por su actitud timorata frente a la obra del teleférico que se intentó construir en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla, la cual carecía de permisos oficiales, atentaba contra el paisaje urbano–cultural y dio por resultado la destrucción de la Casa del Torno, que era un edificio catalogado como patrimonio cultural de la humanidad.

En aquella ocasión el INAH estuvo a punto de enfrentar un grave proceso penal del ámbito federal, ya que se le culpó de no haber actuado a tiempo para frenar el proyecto del teleférico y evitar la destrucción de la Casa del Torno. No se avanzó más en esa posibilidad porque un grupo de ciudadanos derrotó a Moreno Valle y lo obligó a trasladar la obra a otro sitio.

Ahora la burocracia de la delegación del INAH quiere evitar que se repita la misma historia.

Se quiere reportar que el área era un basurero prehispánico en donde se encontraron vestigios sin mucho valor, para que de esa manera se cierren los pozos de sondeo y se continúe con los trabajos del distribuidor, el cual se construye por la necesidad de Rafael Moreno Valle de darse a notar entre la población con obras gigantes, que sean iluminadas de azul por la noche, pese a que no es un proyecto necesario para solucionar problemas de tránsito vehicular, carece de planeación y destruye el paisaje cultural de una de los lugares más emblemáticos de México en cuanto al pasado prehispánico y de la época de la Conquista, junto con la vista de los volcanes.

Ya existen antecedentes de que en 2009 se encontraron vestigios que indican que había una ciudadela donde se está construyendo el distribuidor, pues ahí cerca estaba el ameyal, es decir un manantial o zona de almacenamiento de agua, lo que hace suponer que el área estuvo poblada y con edificios religiosos. Por tanto los vestigios que existen no son algo menor, y en lugar de sepultarlos con una obra de concreto hidráulico se tendría que buscar la manera de preservarlos.

Resulta que en el año 2009 se hicieron una serie de planos de la supuesta ciudadela que ahí se encontró, y que se afectó por unas obras de infraestructura hidráulica. Uno supondría que ahora se tendría que emplear ese mapa para hacer labores de exploración en los llamados pozos de sondeo, pero resulta que los trabajadores ahí presentes aseguran desconocer la existencia de dicho instrumento.

Eso es un indicativo de que dentro del mismo INAH se están saboteando los trabajos de exploración para que de esa manera no haya resultados positivos y se beneficien los intereses político de Moreno Valle.

A muchos les pude parecer imposible que el INAH actúe de esa manera, pero del actual delegado del instituto José Francisco Ortiz Pedraza se puede esperar cualquier barbaridad.

Una prueba de ese comportamiento de Ortiz Pedraza es lo que pasa en la cabecera municipal de Tochtepec, donde se ha dado permiso para que el ayuntamiento –de extracción perredista– construya una cancha de futbol en una plaza cívica que data del siglo XVII, cuando en el pueblo existen espacios de sobra para colocar una instalación deportiva.

Tal parece que la delegación del INAH en lugar de dedicarse a proteger el patrimonio cultural de Puebla es una oficina dedicada a satisfacer la megalomanía de los «gobernantes» en turno. Ya sea el caso de un gobernador o de un alcalde, que hacen proyecto insensatos, con el único afán de promocionarse y para demostrar que pueden pisotear los derechos de la población.

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