Paola Rodríguez
La Jornada
El incremento en la frecuencia de cáncer en las personas durante los últimos años y los hábitos alimenticios están estrechamente ligados, o al menos esto indica la investigación que realizó el doctor Carlos Álvarez Moya, investigador de Biología Celular y Molecular del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA).
En este trabajo se demuestra como el consumo de diferentes alimentos que no fueron procesados adecuadamente pueden producir ciertas sustancias como las aflatoxinas que se dan principalmente en semillas que han sido almacenadas en lugares con poca ventilación.
Otra sustancia es la sacarina y la dulcina, esta última se utilizaba para endulzar los caramelos hasta que se descubrió que es uno de los cancerígenos más potentes.
“Lo que hacen es que interactúan directamente con nuestra información genética, alteran esa información, el crecimiento celular y conducen al desarrollo de cáncer. Algunos alimentos también vienen con una gran cantidad de conservadores, algunos vienen contaminados con pesticidas, otros con metales pesados”, explicó el investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Agregó que las aflatoxinas son los productos tóxicos que se generan por la presencia de hongos en los alimentos y es imposible que se detecten a simple vista.
Álvarez Moya recordó que en una investigación anterior encontraron que las aguas del Lago de Chapala también estaban contaminadas por ciertas sustancias tóxicas como pesticidas orgánicos persistentes y metales pesados, situación que preocupó por ser ésta la principal fuente de abastecimiento de agua para la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG).
En este sentido, Álvarez Moya mencionó, que estos trabajos se realizan con la intención de incentivar a las personas a mostrar más interés en la conformación de los alimentos que consumen.
“Queremos alertar a la población para que tengan más cuidado con lo que están comiendo, es muy importante que se fijen qué tipo de sustancias están utilizando. Hay que conocer un poquito más sobre el origen de los productos que ingerimos”, dijo Carlos Álvarez.
Por otra parte, Ubaldo Rodríguez Ruíz, médico veterinario zootecnista, urgió en las necesidad de actualizar las normas ecológicas, pues se necesita regular el uso de plaguicidas, insecticidas y herbicidas en el cultivo de la producción alimentaria que también incentivan la generación de estas sustancias, que al ser consumidas con frecuencia pueden traducirse en cualquier tipo de cáncer.