México, 29 de abril 2020 (NOTIGODÍNEZ).- Un trabajador de 65 años que laboraba en un hospital del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), a quien sus superiores negaron permiso para confinarse en su domicilio y así evadir un posible contagio de COVID-19, falleció recientemente luego de contraer dicha enfermedad.
Se trata de Alejandro Leal Medina, trabajador administrativo del hospital “Patricio Trueba Regil” ubicado en la capital del estado de Campeche. De acuerdo con la agencia Proceso, el empleado de 65 años se desempeñaba como como auxiliar de la dirección de dicho nosocomio. Pese a que se trataba de un hombre de la tercera edad y, según los informes, padecía además de una condición de salud que lo hacía más vulnerable, el director no le permitió ausentarse del trabajo para evitar contagiarse del COVID-19, lo que eventualmente sucedió y le costó la vida.
Encima, las “autoridades” locales y estatales –priistas, por cierto– intentaron deslindarse cobardemente el caso y, en lugar de sancionar y fincar responsabilidades al perpetrador de la negligencia, llegaron al extremo ruin de culpar al empleado fallecido.
Por ello, trabajadores del ISSSTE reclamaron justicia y exigieron a las “autoridades” proceder contra los superiores de «Mayito», como afectuosamente le llamaban sus compañeros, así como cualesquiera otros “funcionarios” involucrados en este otro evidente caso de negligencia patronal.
Fue Luis Alfredo Quijano Rosado, director del mencionado hospital regional del ISSSTE, quien habría rechazado la solicitud de Leal Medina para ausentarse temporalmente de sus labores. El caso desató la indignación del personal de salud del nosocomio, pues era de todos conocido que «Mayito» padecía hipertensión.
Horas después de fallecido Leal Medina, el 25 de abril pasado, la delegación del ISSSTE y la Secretaría de Salud del “gobierno” estatal, encabezado por el priista Alejandro Moreno Cárdenas, emitieron un comunicado conjunto en el que de plano culparon al trabajador de haberse “automedicado para ocultar sus síntomas”, con lo que “puso en riesgo a 36 personas con las que tuvo contacto en el hospital.”
Asimismo, aseguraron que “no se tiene registro de que el trabajador haya solicitado ausentarse de sus labores o que haya informado a sus superiores jerárquicos síntomas o malestar”. Posteriormente se adornaron presumiendo que aplicaron la prueba de COVID-19 a 36 trabajadores que habían tenido contacto con él.
Sin embargo, los compañeros de Mayito desmintieron el comunicado y filtraron anónimamente documentación oficial demostrando que Leal Medina sí solicitó permiso para ausentarse de las instalaciones hospitalarias, mismo que le fue negado.
“De acuerdo con la instrucción recibida en esta Dirección de referencia DNAyF/0469/2020 fechada el 24 de marzo próximo pasado, solamente se retira a su domicilio al personal mayor de 65 años”, fue la respuesta que recibió del director, Luis Alfredo Quijano, citada en los documentos mencionados por Apro.
Además de filtrar los documentos para desmentir a las “autoridades”, los trabajadores indignados señalaron al delegado Humberto Cabrales, quien asumió el cargo el pasado 20 de febrero; al subdelegado médico Francisco Pavón; al director del hospital, Patricio Trueba, la administradora Minerva Rejon, y hasta el epidemiólogo Santiago Sansores, de no aplicar los protocolos establecidos en la actual contingencia sanitaria.
También denunciaron falta de insumos en el nosocomio y hasta influyentismo, pues los respiradores y otros aparatos de apoyo médico escasean y se están destinando a la atención a pacientes que no son derechohabientes.
Con información de Apro