México, 10 de octubre 2015 (NOTIGODÍNEZ).- El Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés) que el régimen usurpador del asesino de Atenco, Enrique Peña Nieto, firmó con varios países, entre ellos Estados Unidos y Japón, hundirá todavía más al campo mexicano y la industria mexicana no podrá competir con el resto de los firmantes, a decir del Premio Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz.
De acuerdo con Revolución 3.0, el también profesor en la Universidad de Columbia y economista jefe en el Instituto Roosevelt, reprobó la «felicidad» con que el asesino de Atenco firmó ese tratado prometiendo, como lo hizo Salinas en 1994 al firmar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, una prosperidad y bonanza que en las propias condiciones del nuevo acuerdo internacional están totalmente canceladas para México.
El experto aseguró que el acuerdo es casi una rendición de los países firmantes ante sus homólogos más desarrollados, según la información filtrada hasta el momento sobre el mismo, debido a que las nuevas condiciones de comercio en el TPP comprometen a los negocios, trabajadores y agricultores mexicanos a una apertura económica desigual que muy probablemente debilitará a las principales industrias mexicanas.
Pero eso no es todo. Stiglitz alertó sobre la alta probablidad de que el nuevo acuerdo requiera cambios fundamentales en las instituciones jurídicas, judiciales y regulatorias nacionales, lo que infligirá daños a una escala mucho más grande, al hacer concesiones a cabilderos millonarios que tienen más acceso al proceso de negociación que los legisladores electos o los ciudadanos interesados.
El experto recordó que México ya cuenta con un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y que no tiene una gran necesidad de mayor acceso a los mercados estadounidenses ni a otros mercados internacionales, mientras que el TPP abriría los mercados a productores extranjeros –como China- cuyo dominio voraz del comercio tanto en el mercado negro como en el «blanco», ponen en serio riesgo a los productores mexicanos de todos los ramos.
En el tema de los Derechos de Propiedad Intelectual (DPI), el TPP consolidaría la ventaja desigual de la empresas de economías avanzadas al elevar la protección de estos derechos, fortaleciendo a los monopolios del DPI en perjuicio de los demás competidores. “Los mexicanos sentirán el golpe especialmente en sectores esenciales como el farmacéutico”, avisó.
Por si fuera poco, el TPP limitaría la capacidad de los países para proteger la salud pública, el medio ambiente, la seguridad social y cualquier otro aspecto del bien público. Esto, según la información sobre el TPP de que se dispone, se debe a los mecanismos previstos en el nuevo acuerdo para resolver controversias entre inversores y Estados (ISDS), permitirían a extranjeros demandar al gobierno cuando creen que una reglamentación perjudicará sus ganancias.
“El arbitraje sería privado –y por lo tanto opaco al público- y vinculante, incluso si el resultado contradice las leyes nacionales”, alertó Stiglitz, y agregó que las empresas recibirían compensación por la pérdida de sus ganancias esperadas.
Aunque admitió que una mayor integración comercial y de inversión con el mundo es inevitable pero podría ser prometedora para México, reiteró que el TPP no es la manera de lograrla.
“No hay evidencia que sus protecciones a los inversionistas y un fortalecimiento de los derechos de propiedad aumentarán la inversión extranjera o traerán más innovación a la economía mexicana. Lo que harán es asegurar que una mayor parte de los sueldos de los esforzados trabajadores mexicanos termine en los bolsillos de corporaciones extranjeras”, concluyó.
Con información de Revolución 3.0