México, 26 de mayo 2016 (NOTIGODÍNEZ).- Los golpeadores que el pasado lunes fueron enviados a desalojar el campamento del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), instalado en los terrenos de San Cristóbal Nexquipayac, Estado de México, eran habitantes de San Salvador Atenco, principalmente jóvenes, a quienes el «gobierno» habría regalado cervezas y otras drogas para luego mandarlos a agredir a su propia gente.
De acuerdo con el testimonio de una reportera de Radio Fórmula en el sitio, los jóvenes que integraban el grupo de choque se encontraban en poder de cartones de cerveza y fueron vistos alcoholizándose a bordo de una camioneta blanca, cuya marca y placas no fueron revelados. También se les vio «muy drogados, inhalando thinner», según el reporte de la empleada radiofónica.
En entrevista para dicho medio, Felipe Álvarez, uno de los líderes del FPDT, confirmó que algunos de los golpeadores son sus propios vecinos a quienes el «gobierno» envenena y regala cartones de cerveza, para después antagonizar a los campesinos que se encuentran defendiendo sus tierras ante la invasión del proyecto aeroportuario del régimen usurpador.
Asimismo, se acusó la presencia de personas afines al PRI y a la organización conocida como «Antorcha Campesina», brazo terrorista del partido.
«Ahí hay gente de nosotros. Por eso ya sabemos que les están envenenando y al rato vengan hasta aquí […], se van a emborrachar y al rato van a venir a agredirnos ellos mismos», denunció el dirigente comunal. No obstante, aclaró que no responderán a las agresiones de su propia gente.
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Desde finales del pasado mes de abril, pobladores de San Salvador Atenco y el ejido de Tocuila ocuparon las tierras donde ya se realizan las obras de la carretera Pirámides-Texcoco, tramo de 13 kilómetros que forma parte de la infraestructura preparatoria del «Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México» (NAICM).
Valientemente, los habitantes expulsaron a los trabajadores, quemaron los materiales que dejaron, inundaron los terrenos e incluso plantaron árboles formando una barrera verde, para impedir el reingreso de la maquinaria.
Tras los hechos de violencia del pasado lunes, elementos de la policía federal se mantienen apostados en las inmediaciones de los terrenos ocupados ilegalmente, protegiendo a los trabajadores de las constructoras que ya instalaron la malla metálica para continuar las obras de la autopista.
