Pobres y con menor preparación, los más dispuestos a aceptar bajos sueldos, afirma Loría Díaz.
Emir Olivares Alonso
La Jornada
La desocupación juvenil no es la misma entre los diferentes subgrupos de ese sector poblacional, pues depende del nivel socioeconómico y académico, así como de la experiencia laboral con la que cuenten.
Eduardo Loría Díaz, integrante del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos (Cempe) de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló lo anterior durante la conferencia Coyuntura económica y mercados laborales, efectuada ayer en esta entidad académica.
El universitario indicó que los jóvenes de 14 a 24 años con menores tasas de desempleo son los de clases populares, con niveles educativos básicos y sin experiencia. Mientras la desocupación laboral se agudiza entre quienes tienen educación media superior o superior, provienen de familias de clases medias o altas y cuentan con cierta experiencia laboral.
“Lo anterior responde a que los jóvenes pobres y con niveles académicos bajos están dispuestos a aceptar los bajos sueldos que ofrecen las empresas en el país”, dijo.
Al presentar los reportes más recientes del Cempe, Loría Díaz desmenuzó cada una de las variables (académica, socioeconómica y laboral) del desempleo juvenil. En primer lugar explicó que el salario de reserva (definido como el ingreso más bajo que cada persona está dispuesto a aceptar) en muchas ocasiones choca con lo que les ofrecen las empresas.
El académico detalló que los jóvenes de 14 a 24 años de nivel socioeconómico alto, con estudios superiores y experiencia laboral, esperan recibir un salario mayor a quienes son de clases populares, con instrucción básica y nula experiencia en el campo laboral.
La tasa de desocupación es de 9%
La tasa de desocupación juvenil es cercana a 9 por ciento (por lo que duplica a la general). Sin embargo, el porcentaje es variable según los tres aspectos mencionados por Loría Díaz:
Al considerar exclusivamente el nivel socioeconómico de este sector de la población, 5 por ciento son desempleados de clases populares; 65 por ciento de niveles medios, y casi 30 por ciento entre los niveles altos.
En lo referente al nivel educativo –apuntó el académico– la tasa de desempleo entre quienes tienen la primaria incompleta es de 5 por ciento, mientras quienes tienen educación media superior o superior alcanza casi 12 por ciento.
Sobre el empleo informal, los datos dados a conocer por el profesor universitario muestran que este fenómeno laboral se concentra en los jóvenes menores de 24 años y entre los adultos mayores de 60.
Agregó que 25 por ciento de los chicos “son de los más desalentados en la sociedad tras no encontrar trabajo con buenos sueldos, por lo que abandonan sus empleos, aunque afirman que podrían regresar en caso de que les ofrezcan mejores salarios”.
Si el mercado laboral no es capaz de abrir espacios dignos a los jóvenes menores de 24 años para incorporarlos productivamente a la esfera económica, “hay riesgos altísimos de inestabilidad política y social no sólo en México, sino en el mundo”, pues se trata de un fenómeno global.