Redacción Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- Las tres principales centrales obreras paralizaron Argentina en demanda de mejores salarios y en contra de las suspensiones y los despidos. La huelga, que se prevé levantar el viernes, afecta el servicio de trenes, bancos, aeropuertos, camiones, gasolinerías, puertos y bares.
El gobierno de Cristina Fernández se enfrenta a un segundo paro nacional en menos de cinco meses. La inflación amenaza con ampliar el déficit fiscal y aumentar las tasas de cambio en la moneda, situación que podría desencadenar una crisis más profunda, de acuerdo con un análisis de Bank of America.
“La situación económica se ha deteriorado aún más desde la huelga del 10 abril”, dijo el líder de la Confederación de Trabajadores de Argentina (CTA), Pablo Micheli, en un comunicado.
“El gobierno no ha buscado un diálogo para resolver los problemas y la crisis seguirá. No queremos que ésta caiga sobre la espalda de los trabajadores y la clase media”.
Desde hace un año, los precios al consumidor han aumentado 38 por ciento, según Elypsis, un centro de análisis argentino. El alza en los precios provocó en diciembre saqueos en varias ciudades en los que ocho personas murieron.
Volkswagen Argentina suspendió a 900 trabajadores durante 10 días entre julio y septiembre debido a una falta de demanda en Brasil, y despidió a 400 trabajadores el 11 de agosto.
La Asociación de Futbol Argentino postergó cinco partidos, entre ellos el de River Plate y Boca Juniors, debido a la huelga.
El gobierno argentino anunciará el próximo viernes un alza al salario mínimo del 30 por ciento, según el diario La Nación.
El diario francés Le Monde criticó la situación actual de Argentina y se la atribuyó al peronismo, al “clientelismo estructural” y a la injerencia del Estado en las empresas privadas.
“El descenso paulatino a los infiernos de Argentina por casi 70 años recuerda que las diferencias de rendimiento entre las naciones se deben principalmente a las diferencias en materia de gobernanza, más que a la dotación de recursos naturales”, escribió el economista Jean-Pierre Petit en su editorial titulado “Lecciones argentinas”.
Aca en mexico podriamos hacer lo mismo pero el charrismo sindical, corrupto y deshonesto, lo tiene sometido el gobierno y nomas protestan un poco y se las dejan caer. Sin misericordia. (Vease el caso E. ester gordillo)