Juan Carlos Cruz Vargas
Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- La volatilidad en el mercado cambiario no cesa. Los bajos precios del petróleo a nivel internacional, la expectativa de las cifras de empleo en Estados Unidos, así como el anuncio de política monetaria del Banco de México, puso al peso mexicano en uno de sus peores niveles ante el dólar en lo que va del año.
Al cierre de esta jornada, el peso se cambió en 14.1495 unidades por dólar, lo cual significa una depreciación de 0.18% en relación con la jornada anterior, pero una caída de 8.09% respecto del inicio de año, cuando alcanzó los 13.09 pesos por dólar.
Los débiles precios del crudo es el principal motivo de la depreciación de la moneda nacional. De hecho, el precio promedio del petróleo mexicano bajó este jueves a 59.73 dólares por barril, lo que representó un retroceso de 0.94 dólares, equivalente a 1.54% en comparación al cierre del miércoles.
Desde la pasada recesión de la economía mundial del 2009, este combustible no registraba ese nivel de precio por barril.
Esta vez se da luego de que el petróleo Brent cayó, una vez que Arabia Saudita anunció recortes en los valores de venta para los compradores asiáticos y estadunidenses, en un aparente intento por defender su participación en el mercado.
De acuerdo con BBVA Bancomer, “la caída de los precios del petróleo refleja el ajuste de las expectativas del mercado sobre la demanda a largo plazo, los niveles de producción mundial y el crecimiento de Europa y de China sin el correspondiente recorte en la oferta”.
Por el lado de la oferta, los principales productores de la OPEP no reducirán la producción, en respuesta a las bajas expectativas de la demanda de productos del petróleo. De hecho, la petrolera Saudi Aramco ha bajado el precio de entrega de la región del Golfo a Estados Unidos, mientras que se lo ha subido a otras regiones importantes de Europa y Asia, explicó el grupo financiero en su análisis Observatorio Económico de Estados Unidos.
En este panorama, México es afectado directamente, ya que la tercera parte de sus finanzas depende de los ingresos petroleros, no obstante, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público aseguró que el país cuenta con un seguro de coberturas petroleras, que garantizan dichos recursos.
El problema es que el peso está a expensas de las decisiones económicas y monetarias, como las de la Reserva Federal (FED) y los datos de empleo, que este viernes serán publicados.
Junto a lo anterior, el Banco de México (Banxico) dará a conocer la decisión de política monetaria que, según Bancomer, se espera que mantenga la tasa de interés en 3%.
“En el contexto de una postura monetaria relajada y con tasas reales negativas, consideramos que la expectativa de crecimiento anual de 2.1% para 2014 y de inflación que se encontrará por encima de 4% al final del año son consistentes con mantener la tasa de política monetaria sin cambios”, precisaron los analistas.
No obstante, Barclays México prevé un ajuste a la baja de 25 puntos base, con el fin de estimular la recuperación económica.
Marco Oviedo, economista en jefe de Barclays México, señaló que “un reto económico importante para México será la caída de los precios internacionales del crudo y su impacto en las finanzas públicas, no tanto el próximo año, donde se cuenta con las coberturas necesarias, sino para 2016, en caso de que la tendencia a la baja se prolongue hasta entonces”.