México, 29 de abril 2015 (NOTIGODÍNEZ).- En el colmo de la regresión, la poca simulación de «democracia» que quedaba en el D.F. está a punto de ser liquidada, como parte de la orgía contrarreformista que el actual régimen usurpador emprendió desde que se robó el poder en 2012, en su prisa por desmantelar al país de golpe y porrazo.
Aunque ya fue congelada momentáneamente por los autonombrados «diputados» hace un par de horas, la llamada «reforma» política del Distrito Fedral será aprobada en la próxima reunión mafiosa –siguiente «legislatura»– que arrancará el 1 de septiembre con otros criminales calentando las curules, distintos a los que están ahora pero en esencia los mismos vividores de siempre, salvo muy contadas excepciones.
El punto más grosero de esa delirante contrarreforma, consiste en que la nueva «Asamblea Constituyente» de la capital, distinta de la actual Asamblea Legislativa (ALDF), será integrada por «diputados» designados directamente por el usurpador pri(an)ista de la presidencia en turno y no por el voto ciudadano como en la actualidad se viene realizando.
Concretamente, el dictamen aprobado ayer por los «senadores» (PRI,AN) plantea que se componga de 60 asambleístas electos por todos los capitalinos y otros 40 designados por «diputados y senadores» federales, el jefe de gobierno subordinado al usurpador del Ejecutivo y el usurpador mismo.
Es decir, la poca simulación democrática que se presumía como un logro en la Ciudad de México, estaría siendo liquidada brutalmente. Ni en los Estados se supone que los congresos locales están bajo el control del criminal que se autonombre «presidente», aunque de facto así sea. Se supone que los «legisladores» estatales son electos, no impuestos por absolutamente nadie. Eso sí estaría ocurriendo en el DF con la aprobación de la contrarreforma «política».
Por supuesto, este nuevo insulto a los capitalinos fue aplaudido por el criminal peñista Miguel Ángel Mancera Espinosa.
Otros puntos de la contrarreforma incluyen cambiarle el nombre oficial al Distrito Federal por el de Ciudad de México –muy creativos, ¿no?– y remplazar la estructura actual de delegaciones por municipios, como se maneja en los demás estados del país. Por añadidura, la capital tendría el mismo estatus jurídico de los otros 31 estados.
Al respecto, Andrés Manuel López Obrador calificó esta nueva afrenta como «antidemocrática» y una aberración.
“La reforma política es para someter al DF e imponer al PRI. Y si Mancera hizo ese acuerdo se equivocó, es un error, porque además se está pisoteando un principio democrático universal. Cómo se les ocurre designar a quiénes va a ser representantes populares, eso fue lo que hizo Hernán Cortés cuando llegó a conquistar a México, se autonombró gobernante de México, señor de México, sin que lo eligiera nadie. Cómo va a ser que en la Ciudad de México no se elija a los diputados y que los nombre Peña o el corrupto sinvergüenza de Beltrones o el del Senado, Gamboa, es un retroceso, es una aberración, eso debe ser rechazado«, denunció muy correctamente.
Sin embargo, aquí viene la parte también ABERRANTE de López Obrador: su evidente consigna a simular que denuncia, que pretende combatir esas fechorías sin hacer ABSOLUTAMENTE NADA en realidad y, por el contrario, ahogar la lucha en acciones insustanciales para neutralizarla.
“Llamo a que no se apruebe esa reforma, que se pare ahí en el Congreso, que se revise, que se le pregunte a la gente, que haya una consulta«, propuso.
¿QUÉ LE PASA AHORA?, ¿acaso la edad ya está afectando sus facultades mentales y es víctima de Alzheimer? Alguien debería recordarle lo que hizo la Suprema Corte con los 2 millones de firmas que recolectó para «hacer una consulta» sobre la contrarreforma energética: LAS TIRÓ A LA BASURA. ¿Ahora llama a hacer lo mismo para la contrarreforma política del DF? O padece Alzheimer, o simplemente un farsante y un simulador, por más que se enojen los lectores de este blog que son admiradores y seguidores de ese sujeto.
Deberían recordarle también, ya que se anda haciendo el desmemoriado, las palabras que pronunció el 31 de agosto de 2012 tras haber sido despojado por segunda vez de la Presidencia de la República que él SÍ ganó legítimamente, pero a la que renunció para seguir tomándole el pelo a la gente desde el propio sistema que lo despojó:
«LA DESOBEDIENCIA CIVIL ES UN HONROSO DEBER CUANDO SE APLICA CONTRA LOS LADRONES DE LA ESPERANZA Y DE LA FELICIDAD DEL PUEBLO».
Con información de La Jornada
