México, 30 de septiembre 2015 (NOTIGODÍNEZ).- La criminal empresa trasnacional Uber suma otro veto en el mundo, ahora la ciudad de Río de Janeiro, Brasil.
La ciudad carioca de Río se unió a ciudades europeas como Berlín, Amsterdam, París o Madrid, que han vetado alguna a todas las modalidades de Uber, mismas que consisten en ofrecer el servicio de taxis pero sin someterse a ninguna de las leyes de transporte público de los lugares que invade. Las operaciones de la empresa también han sido vetadas en Asia e incluso en varias ciudades de Estados Unidos, su país de origen.
De acuerdo con el diario La Jornada, el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, anunció este martes la prohibición del servicio ilegal de Uber en la ciudad. La decisión se da a pocos meses de que arranquen los Juegos Olímpicos de 2016, cuya sede será dicha ciudad brasileña, la segunda más poblada del país carioca, y que registrará los niveles más altos de turismo en su historia con la celebración de la justa deportiva.
«Uber está prohibido», concluyó Paes en una rueda de prensa en Río de Janeiro, luego de cumplirse el plazo que el alcalde tenía para firmar una «ley reguladora» propuesta por el consejo municipal. Los conductores que no paguen los permisos requeridos como la marca la ley local, enfrentarán una multa de hasta 2 mil reales (493 dólares).
El servicio de la trasnacional Uber ha provocado repudio de taxistas en ciudades como Londres, Nueva Delhi y la propia San Francisco, donde la empresa nació. En México, el gremio de los taxistas también ha protestado contra ella, sin embargo el criminal Miguel Ángel Mancera no sólo dio la espalda a nuestros compatriotas, sino que diseñó un «reglamento» a modo para que la empresa pueda operar sin pagar nada, delegando toda la carga impositiva a los choferes.
En general, las protestas se deben a que los conductores de taxis tradicionales se ven obligados por ley a pagar costosas licencias, permisos y concesiones, así como seguros, capacitaciones, tarjetones de identidad y otros gastos, mientras que la empresa llega disfrazada de «nuevo modelo de negocio» pero en realidad está ofreciendo exactamente el mismo servicio de taxis, sin cumplir ninguna de las leyes y explotando a sus choferes, engañándolos con la farsa de que «son empresarios independientes» y no empleados, para no pagarles prestación alguna.
En julio, miles de taxistas paralizaron la ciudad de Río de Janeiro con protestas multitudinarias y bloqueos de calles en horas de máximo flujo vehicular.
Con información de La Jornada