México, 28 de diciembre 2015 (NOTIGODÍNEZ).- No, no es una «broma del día de los inocentes» o una nota satírica de esos sitios que ya abundan para desvirtuar la importante tarea informativa y desprestigiar a medios alternativos. Es una nota REAL y ciertamente es una BURLA AL PUEBLO MEXICANO, como todos los insultos y tomadas de pelo que proceden de los sujetos que usurpan el poder en este país.
El pasado 24 de diciembre, el régimen usurpador de Enrique Peña Nieto anunció con bombo y platillo que «por primera vez en la historia reciente de México» se registrará una disminución en el precio de los combustibles, tras la aplicación del nuevo esquema de «liberalización» de los precios a la oferta y la demanda.
Según la «Secretaría de Hacienda y Crédito Público» (SHCP), usurpada por un sujeto acusado de triangular recursos millonarios durante la «campaña» de Peña Nieto, de nombre Luis Videgaray Caso, el precio de la gasolina magna será de 13.16 pesos por litro a partir del próximo año, lo que representa una reducción de, ¡alégrense!… 41 CENTAVOTES.
A su vez, la gasolina conocida como premium para vehículos de alto octanaje costará 13.98 –una baja de 40 centavotes–, mientras que el diésel para vehículos y maquinaria pesada, tendrá un costo de 13.77, menor al actual en 43 centavos.
No obstante, la «liberalización» de los precios lleva oculta la volatilidad que implicaría que estas cuentas alegres puedan cambiar durante el año, si el precio internacional del combustible aumenta, así como por factores internos como la inflación. Es decir, como se ha alertado desde la aprobación de la miscelánea fiscal 2016, la medida puede resultar contraproducente y los precios de la gasolina podrían aumentar.
En tal sentido, Videgaray prometió una banda de flotación de más 3.0 por ciento y menos 3.0 por ciento respecto del precio observado en 2015, para «limitar la volatilidad» y evitar que el precio se dispare por cuestiones externas.
Asimismo, recordó que en el régimen fiscal aprobado se determinó que el impuesto a los combustibles automotrices (IEPS), sea de un monto fijo por litro de combustible de alrededor de 4.16 por ciento, lo que podría encarecer mucho más el precio de la gasolina si éste aumenta en el mercado internacional, además de garantizar que los mexicanos sigan manteniendo a todo lujo al régimen usurpador, mediante el cobro de ese abusivo impuesto.
La disminución raquítica de 40 centavos por litro de gasolina, prometida a partir del 1 de enero de 2016, contrasta con el aumento sostenido que registró el combustible desde que Peña Nieto usurpó la presidencia.
El 1 de diciembre de 2012, día fatídico en que Peña Nieto llegó violentamente al poder, la gasolina magna tenía un precio de 10.81 pesos, la premium costaba 11.37 pesos y el diésel 10.97 pesos, según cifras oficiales. Tres años después, la gasolina es casi tres pesos por litro más cara y la prometida disminución de sólo 40 centavos, es un insulto frente al encarecimiento progresivo del combustible y otros insumos, así como el raquítico aumento al salario mínimo.
A principios de este mes, se informó que Petróleos Mexicanos (Pemex) abrió su primera gasolinera en Estados Unidos, concesionada a particulares, vendiendo la gasolina a un precio aproximado de 6.93 pesos por litro.
El vecino país del norte dispone de la tecnología e industria petroquímica necesarias para llevar a cabo la refinación del crudo pesado que importa barato de México, obteniendo con ello combustibles de bajo costo. En lugar de hacer lo mismo en este país y desarrollar dicha industria, los regímenes usurpadores han privilegado –por órdenes del propio Estados Unidos– la importación de combustible ya refinado, lo que enriquece a las trasnacionales exportadoras y mantiene su precio por encima del registrado en otros países no dependientes de la Unión Americana.
Con información de Animal
