México, 5 de abril 2016 (NOTIGODÍNEZ).- Policías del municipio de Orizaba, Veracruz, reprimieron, golpearon y detuvieron a por lo menos 10 personas en pleno centro de la ciudad, durante una protesta de comerciantes ambulantes indígenas de Ixhuatlancillo que sólo pretenden vender sus artesanías.
De acuerdo con el portal Contacto Político, los elementos policiacos arremetieron contra los comercientes, quienes repelieron la agresión, desatándose una gresca en la que resultaron lesionados tanto uniformados como civiles. No obstante, los policías perdieron el control de la situación y comenzaron a atacar también a los transeúntes que atestiguaban los hechos. Incluso lesionaron a una reportera que realizaba su trabajo en el lugar.
Tolete en mano, según la narración del medio aquí citado, los elementos persiguieron y golpearon a personas que nada tenían que ver con los comerciantes, realizando varias detenciones arbitrarias.
En las agresiones, los elementos atacaron también a mujeres, lesionando incluso a una que cargaba a su hija con un rebozo en la espalda. Tras las violentas detenciones, quedaron las sandalias de las humildes mujeres tiradas en el piso.
El medio detalló que las indígenas detenidas fueron subidas con lujo de violencia a patrullas que luego salieron casi huyendo del lugar, pese a que llevaban las llantas ponchadas por los comerciantes precisamente para evitar que se las llevaran.
Durante los hechos se vivieron momentos de mucha tensión, pues los policías amagaron con sacar sus armas de fuego –aparte de los toletazos y gases lacrimógenos ya propinados– para disparar contra los inconformes que, aún golpeados y aporreados, se resistían a la detención.
Asimismo, se informó que un hombre no identificado, de quien sólo se sabe que portaba un sombrero, lanzó una mentada de madre al director de Gobernación, Juan Ramón Herebia Hernández, encargado de coordinar el «operativo». En respuesta, el «funcionario» envió dos elementos policiacos a detenerlo con violencia. Testigos narraron que mientras era llevado a una patrulla, escucharon a los policías amenazándolo de muerte por haber insultado a su patrón.
Esta violencia brutal contra comerciantes humildes que sólo buscan la forma de ganarse la vida, contrasta con el «premio» que recibirá en Tamaulipas el magnate petrolero Ramiro Garza Cantú, quien fue exhibido como evasor fiscal en la investigación periodística denominada «Panama Papers» y, pese a ello, el congreso de Tamaulipas le ratificó la entrega de la «medalla al mérito ciudadano» y CIEN MIL PESOS por «ser una persona intachable».
Claro, esa es la justicia en el teatro del absurdo llamado México, donde los delincuentes se premian en las cúpulas mientras reparten palo y brutalidad sin límite al pueblo que los mantiene.
Con información y foto (derecha) de Contacto Político