Por Redacción
(Proceso. Foto: Justo Suárez)
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Desde muy joven, a Matías Alanís Álvarez le llamaron la atención los asuntos de la vida pública, por lo que la encefalopatía atetoide (parálisis cerebral) que padece no le impidió graduarse en Ciencias Políticas y Administración Pública.
Pero además el joven politólogo se gradúo con mención honorífica en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), luego de presentar la tesis: “Los mecanismos de preservación del sistema político mexicano”.
La encefalopatía atetoide impide a Matías controlar sus movimientos, además de que una elevada miopía lo ha sumido en la oscuridad de la debilidad visual, pero él desafío toda adversidad, como lo hizo el célebre científico Stephen Hawking, quien ha dicho: “No puedes permitirte estar discapacitado en espíritu a la vez que físicamente”.
En un comunicado, la UNAM detalló que Matías presentó su examen de admisión, ingresó a la institución académica y en tiempo récord acreditó, desde su computadora ubicada en su hogar en Guadalajara, Jalisco, todas las materias de la licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública.
Su condición le dificulta el habla, la visión y el movimiento, pero su enorme inteligencia y tenacidad lo llevaron a acceder a la educación a distancia creada hace más de diez años por la institución académica para que desaparezcan los impedimentos físicos, sociales y geográficos para quienes realmente desean hacer del estudio su forma de vida y su futuro para enfrentar al mundo y a la adversidad.
Destacó que la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, la escuela de Matías, inició un programa de inclusión académica para esos alumnos especiales, por lo que se compraron dos softwares que se instalaron en la computadora y en la silla de ruedas de Matías: el Jaws, que convierte la imagen a texto, y el Open book, que lee el texto y con una voz elegida permite que él escuche el contenido.
De esa manera, y estudiando todos los días con la ayuda de Patricia Alanís Álvarez, su madre, guía permanente e incansable, escribió la tesis “Los mecanismos de preservación del sistema político mexicano”. Entonces, madre e hijo llegaron a su facultad: Matías presentó la defensa oral de su examen profesional, y en un acto emotivo y justo le fue otorgada la mención honorífica, “sin duda, muy merecida”, resalta el comunicado.
Sobre la elección de su carrera, el joven politólogo explicó que se inclinó por esa opción porque desde pequeño le llamaron la atención los asuntos de la vida pública. Al inicio las cosas no fueron sencillas, pues su madre tenía que leerle todos los textos; sin embargo, el software que traducía las imágenes en palabras, se adaptó a la perfección para que estudiara de manera independiente.
El sistema de dictado de voz le permitió hacer los ensayos o resolver los cuestionarios que le mandaban, por lo que su madre sólo lo apoyó en dar forma a sus trabajos para entregarlos.
El joven recordó que las materias que más trabajo le costaron fueron filosofía y matemáticas, “porque implican conceptos abstractos y estoy acostumbrado a los conceptos concretos”. Su tesis plantea que en el marco jurídico mexicano se deben incluir más normas que garanticen la libertad de expresión absoluta. Ahora, a punto de cumplir 27 años, ya tiene nuevas metas: realizar una maestría y ser algún día profesor a distancia de su carrera en su facultad.
Patricia, madre, apoyo y asistente personal –como ella misma se define–, ha fomentado en Matías la determinación, autoconfianza y seguridad. “Yo me quedé en el camino, pues no terminé la carrera, pero él siempre tuvo una gran determinación para terminar la tesis y graduarse”, rememoró.
En un principio, ella fue la encargada de ofrecer la formación básica al pequeño Matías, quien desde entonces dio muestras de su inteligencia y astucia. “En las familias siempre hay una red de apoyo que estimula a los más jóvenes, y éstos van siguiendo el ejemplo de los más grandes. No importa si fuera Ciencias Políticas o Ingeniería, él iba a estudiar, y de eso no me queda la menor duda”, relató la orgullosa madre.
Siempre ha sido difícil el tema de la inclusión, por lo que toda la familia lo ha apoyado para acceder a la educación, dijo. Sin embargo, llegó un momento en que se vio rebasada, pues el niño ya sabía más que ella, afirmó entre bromas.
“Lo inscribimos en la modalidad de educación a distancia sin saber de qué se trataba, pero él pronto se dio cuenta de que ése era su camino: la accesibilidad que le brindaba el sistema y la tecnología eran óptimos para sus circunstancias.
“Agradecemos mucho al sistema abierto de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, a la UNAM y a todos los que apoyaron para que él pudiera instruirse”, expuso Patricia.
En la ceremonia por el 45 aniversario del Sistema Universidad Abierta y Educación a Distancia, modelo emblemático de la UNAM, Matías narró que el rector Enrique Graue le manifestó que siempre será bien recibido. “Me dijo que ésta era mi casa y me felicitó por mi nivel académico”, comentó satisfecho, porque contra todo logró su más grande deseo.