México, 21 de noviembre 2017 (NOTIGODÍNEZ).- Luego de que el régimen usurpador del asesino de Atenco, Enrique Peña Nieto, anunciara un «incremento» raquítico de 3.9 por ciento al salario mínimo, sus jefes empresarios avalaron la decisión -seguramente dictada por ellos mismos- y celebraron que los trabajadores mexicanos reciban apenas 8 pesos adicionales a partir de diciembre de este año.
De acuerdo con el diario Reforma, Juan Pablo Castañón, líder del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) -señalado por su intervención directa en los procesos electorales-, celebró el «aumento» raquítico al salario mínimo pese a que se mantiene muy por debajo de la línea de bienestar calculada por el propio régimen usurpador.
«Hemos hecho un acuerdo […] que nos lleva a un salario base de 88.3 centavos, que si bien no alcanza la línea de bienestar sigue caminando en el sentido correcto», fanfarroneó el sujeto citado por Reforma, confirmando que, en efecto, fueron los criminales empresarios saqueadores y esclavizadores de México, quienes dictaminaron cuánto «aumentar» el indicador.
Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la línea de bienestar puede alcanzare con ingresos de 95.24 pesos diarios. Sin embargo, el salario para los trabajadores mexicanos apenas pasó de 80.04 pesos a 88.36 pesos diarios, manteniéndose muy por debajo de la cifra indicada por el régimen peñista.
«Estamos conscientes que tenemos que superar los 95 pesos de la línea (que indica) Coneval, pero tenemos que ir haciendo paulatinamente para que la economía vaya absorbiendo estos pequeños brincos que vamos dando», justificó melosamente Castañón.
Este «incremento» raquítico al salario se da en medio de la quinta ronda de «negociaciones» entre el espuriato peñista y los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, sobre la continuidad del abusivo Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
En rondas previas, ambos países exigieron al desgobierno de Peña mejorar las condiciones salariales de los trabajadores como parte de los ajustes al tratado, con el fin de menguar el éxodo masivo de personas en pobreza. Sin embargo, tanto el régimen usurpador mexicano como sus jefes empresarios rechazaron adoptar medidas en tal sentido.
Los empresarios nacionales y extranjeros que operan en México se han enriquecido obscenamente no sólo por pagar salarios miserables a los trabajadores, sino también por sus prácticas abusivas de explotación y evasión fiscal.
Con información de Reforma