Evlyn Cervantes
Reforma (Foto: Evlyn Cervantes)
Cd. de México (18 mayo 2014).- El boom de desarrollos residenciales impacta el Área Natural Protegida de esta localidad.
En esta región boscosa están los ríos que dotan de agua a la zona metropolitana del DF y el Valle de Toluca, la cual colinda con la Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca.
Con permisos municipales de construcción, los fraccionadores han invadido en los últimos seis años la zona forestal de las cuencas de los ríos de Valle de Bravo, Malacatepec, Tilostoc y Temascaltepec.
En febrero, cuatro proyectos habitacionales y una casa fueron clausurados por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) por carecer de autorización en materia de impacto ambiental y cambio de uso de suelo.
Se trata de los condominios Cuatro Casas, Ruta del Lago 265, Paraje La Joya, Conjunto La Vista y Casa Avándaro estos dos últimos ya en funcionamiento, que afectaron poco más de 40 hectáreas de bosque.
«Son cinco proyectos en los que ahorita hemos entrado. Sin embargo, hay más», reconoció Alfredo del Mazo Maza, subprocurador de Recursos Naturales de la Profepa.
«Aún no tenemos el universo completo de cuántos proyectos estarían en esta situación, pero vamos a entrar en todos aquellos que violentaron la normatividad ambiental», expuso en entrevista.
Organizaciones ambientales estiman que son cientos los desarrollos irregulares. Incluso señalan un condominio de 55 lotes que se ubica en la zona de Avándaro.
«Todavía no se tiene la construcción de las casas, pero el cerro ya está dividido en diferentes lotes», aseveró Samantha Namnum, directora para Valle de Bravo del Centro Mexicano de Derecho Ambiental.
En 1941 se declaró, por decreto presidencial, la protección de la zona boscosa con el fin de evitar la tala clandestina.
En 2005 se recategorizó como Área de Protección de Recursos Naturales.
Para María Elena Rodarte, directora del sitio, que administra la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, la falta de actualización de los planes de ordenamiento de los municipios que se encuentran dentro de la reserva forestal propicia la proliferación de venta de terrenos.
Aquí, expuso, cualquier persona puede adquirir un terreno forestal a mil o mil 500 pesos por metro cuadrado sin saber que está contribuyendo al agotamiento del recurso natural.
Ixtapan del Oro y Santo Tomás, explicó, carecen de planes de desarrollo urbano mientras que los programas de Villa de Allende, Temascaltepec y Amanalco deben actualizarse. En dicho proceso se encuentra la localidad de Donato Guerra.
El de Valle de Bravo, añadió, no considera la legislación ambiental federal al momento de administrar su territorio.
«Los municipios tienen que actualizar sus planes de desarrollo urbano. Tienen que ser conscientes de que si requieren expandir su mancha urbana tienen que hacerlo con un principio planificado, tratando de no afectar los bosques ni las cuencas», indicó la funcionaria de la Conanp.
La especialista reconoció que el Área Natural Protegida tampoco cuenta con un Programa de Manejo.
«Dentro del área tenemos estas 8 cabeceras municipales y 292 localidades que abarcan una población de 211 mil 142 habitantes, entre ellos una importante presencia indígenas de mazahuas, náhuatl y otomíes. Éstos son los que se reconocen como los que ya impactaron el ANP», manifestó.
«¿Hasta dónde tenemos qué crecer? Eso es lo que tenemos que determinar».
Para integrantes del Observatorio Ciudadano de Valle de Bravo-Amanalco, el desarrollo urbano se salió de control en el ANP de Valle de Bravo por la descoordinación que existe entre autoridades federales, estatales y municipales.
Samantha Namnum, directora de la oficina de Valle de Bravo del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA y miembro del Observatorio), señaló que dicha descoordinación se refleja en la expedición de licencias de construcción que otorga el municipio, los cambios de uso de suelo que evalúan autoridades del Estado de México y la manifestación de impacto ambiental que evalúa la Semarnat.
Namnum dijo que todavía no se tiene la construcción de las casas, pero que el cerro ya está dividido en diferentes lotes.
«La gran cantidad de obras ni siquiera cuentan con la licencia de construcción y lo que está pasando es que se están edificando al margen de la ley aún cuando Valle de Bravo está catalogado como Pueblo Mágico y deberían respetarse ciertas reglas», manifestó.
El Observatorio Ciudadano Valle de Bravo-Amanalco demandó desde 2012 resolver las deficiencias que existen en el programa municipal de desarrollo urbano.
No obstante, señaló Namnum, no se ha hecho las modificación al plan vigente desde 2006, por lo que hoy prolifera la expansión de desarrollos y saturación de vialidades en días de asueto.
