Fernanda García Cruz
Sinembargo
Ciudad de México, 21 de julio (SinEmbargo).−Las reducción en tarifas de electricidad prometidas con la Reforma Energética se darán en un periodo que puede ser hasta de 35 años, debido a que los nuevos mercados necesitan un largo tiempo para madurar, aseguró el dirigente de El Barzón Alfonso Ramírez Cuellar, quien advirtió que ante el retiro de los subsidios que harán las empresas privadas que entren al mercado a partir del año próximo, se registrará un alza.
En este mismo sentido, Miriam Grusntein Dickter, académica del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), argumentó que esta baja en las tarifas se dará, pero dentro de unos años, no en lo inmediato como ha prometido el gobierno federal.
Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente del Barzón, aseguró que la baja de los costos en las tarifas no ocurrirá hasta el 2040, mientras que a partir del 2015, “se irán a la alza”, gracias al retiro del subsidio que harán las empresas privadas encargadas de suministrar la electricidad.
“La promesa del Presidente Enrique Peña Nieto de disminuir los precios de electricidad en dos años después de que sean aprobadas las leyes secundarias es muy poco probable que se materialice dada la línea de tiempo que se necesita para establecer un nuevo marco de trabajo”, según Grunsitein.
Durante las discusiones para la aprobación del segundo dictamen de la Reforma Energética, se eliminaron los subsidios generalizados y se implementaron los focalizados que, según esto, estarían dirigidos a la población más marginada del país, aunque sin especificar cuál sería el método para definir a quién se beneficiaría con este subsidio.
Actualmente, 32 millones de hogares son los que cuentan con subsidio en sus recibos de luz. Hogares que, según con el presidente del Barzón, pertenecen a familias de clase baja y media, y los cuales se verán afectados una vez aprobada la Reforma Energética.
Ahora con la ley aprobada, 28 millones de hogares se verán despojados del apoyo económico que el subsidio les brinda a sus tarifas, y sólo 5 millones de ellos lo conservarán debido a que pertenecen a la lista Oportunidades.
“Esto es un severo golpe a la economía de los hogares mexicanos, un atraco al ingreso a la gente de clase media y de la gente pobre”, recalca Alfonso Ramírez.
El pleno del Senado mexicano ayer la nueva Ley de la Industria Eléctrica, que contiene las reglas para abrir a particulares el mercado de la generación y el suministro de electricidad.
La aprobación en lo particular ocurrió durante las primeras horas de este domingo, por 88 votos a favor y 26 en contra, en la tercera jornada de sesiones extraordinarias de la Cámara alta para discutir las leyes secundarias de la reforma energética. El aval en lo general se registró la noche del sábado por 92 votos a favor y 27 en contra.
El dictamen, que además incluye la nueva Ley de Energía Geotérmica y cambios a la Ley de Aguas Nacionales, destaca que los particulares interesados en generar y suministrar electricidad tendrán que solicitar permiso a la Comisión Reguladora de Energía (CRE), el órgano regulador del sector.
También deberán pagar los derechos correspondientes, informar de su capacidad “legal, técnica y financiera”, así como describir el proyecto que busquen llevar a cabo.
Desde el punto de vista de los expertos, el problema fundamental al que se enfrentan los mexicanos que pertenecen tanto a la clase baja como media es la cancelación de los subsidios en las tarifas de uso doméstico y las tarifas de uso agrícola, una vez aprobada la Reforma Energética.
De acuerdo con Ramírez Cuéllar en el caso del sector agrícola, que está compuesto por aproximadamente 500 mil productores, “paga 50 centavos por kilowatt hora con una tarifa preferencias para la producción de alimentos”, precio que subirá a ocho pesos.
Los principales estados que se verán afectados serán Chihuahua, Coahuila, Zacatecas, Sinaloa, San Luis Potosí, Tamaulipas y Monterrey.
También considera que la reforma no sólo provocará un alza en las tarifas, sino que “se le ha permitido a las empresas privadas poder demandar a aquellos que sigan conservando el subsidio”.
Otro aspecto que afectará a la ciudadanía, según los expertos, es el de los combustibles, pues también se quitará el subsidio al diésel, a las gasolinas y al gas. Su precio se mantendrá ligado directamente a todos los aumentos mensuales.
¿UN FUTURO FRACASO?
Se prevé que uno de los beneficios que traerá la Reforma Energética es la disminución de los precios gracias a que el sector se abrirá a la inversión privada, teniendo de esta manera mayor competitividad, pero según Alfonso Ramírez “la promesa de que con la Reforma Energética bajarían los precios de la luz y de los combustibles son una verdadera falacia”.
Y al parecer no es el único, pues el Senador Manuel Bartlett, durante las discusiones argumentó que “la reducción del precio de la electricidad es una mentira, porque el Gobierno federal no regulará los precios, lo hará el libre mercado, por lo que ya no dependerá de México fijar las tarifas de electricidad”.
Al respecto, el perredista Benjamín Robles señaló que se trata de una medida “cosmética”, que no evitará las posibles alzas a las tarifas que pagan la mayoría de los hogares.
Durante el foro “Consecuencias de la Reforma Energética en la Industria Eléctrica Mexicana”, el arquitecto Francisco Carrillo Soberón, ex Secretario del Sindicato Mexicano de Electricistas, comentó que “la promesa del gobierno federal de bajar los costos de la energía eléctrica, es absolutamente imposible, sobre todo cuando el precio estará sujeto al libre mercado y se elimina la obligación de publicar las tarifas en el Diario Oficial de la Federación.”
De acuerdo con un reporte del organismo Diálogo Interamericano, un centro estadounidense sobre análisis político, “en México las tarifas de luz en el sector industrial casi se han triplicado de 1993 a 2013. Si éstas no disminuyen en ese sector ni en el comercial y residencial, la Reforma Energética puede fracasar.”
“Con una proyección de crecimiento de 4 por ciento anual en la demanda de poder eléctrico entre 2012 y 2026, México necesita invertir en su desmoronada red eléctrica e incrementar su capacidad de generación para aumentar la oferta y disminuir los costos”, señala el reporte del Diálogo Interamericano.
Reducir estas tarifas de precios en un periodo de dos años luego de que sean aprobadas las leyes secundarias es un plazo que han descartado Lisa Viscidi, directora del Programa, y Paul Shortell, asistente del Programa de Energía, Cambio Climático e Industrias Extractivas del Diálogo Interamericano.
En dicho foro, el arquitecto explicó de manera puntual la duplicidad de funciones que se generará a partir de crear un sistema tricéfalo donde la Secretaría Nacional de Energía, la Comisión Reguladora de Energía y el Centro Nacional de Control de Energía realicen funciones que hoy en día son exclusivas de la Comisión Federal de Electricidad advirtiendo que esto generará ineficiencia y la desincorporación de la paraestatal mexicana; “están por crear un Frankenstein” aseguró el arquitecto.
Por su parte, el Ingeniero Adolfo Miranda, integrante del Comité Nacional de Estudios sobre la Energía, mencionó que el modelo propuesto por la Reforma Energética, es un esquema que ya ha demostrado su ineficiencia en otros países y el cuál se pretende aplicar en México.
En distintos foros, el Senador por el Partido del Trabajo (PT) Manuel Bartlett Díaz ha denunciado que el Senado de Estados Unidos ya contempla un proyecto para apoderarse de la energía desde el Río Bravo hasta la Patagonia y que “la Reforma Energética es un proyecto del Banco Mundial. En México es el resultado de un acuerdo entre Enrique Peña Nieto y los Estados Unidos”, concluyó.