Mónica Camacho
La Jornada
“Rafa, acá te espero”, fue la respuesta que dio la panista Ana Teresa Aranda Orozco al gobernador del estado, Rafael Moreno Valle Rosas, al acusar que él se encontró detrás del robo de su archivo personal, perpetrado por un comando armado que ingresó a su vivienda el viernes pasado, mientras ella se encontraba fuera de Puebla.
La ex secretaria de Desarrollo Social del país aseguró que la persecución en su contra inició por decir la verdad sobre la administración morenovallista, la cual “quiere tener a todo mundo arrodillado”.
En entrevista telefónica, pidió que su caso no desvíe la atención de la violencia en Chalchihuapan, porque el atraco que vivió no se compara con “el dolor de todo un pueblo” ante la muerte de un menor y las decenas de heridos que dejó la intervención de la Policía Estatal en una protesta el 9 de julio pasado.
En tanto, los dirigentes nacionales y locales del Partido Acción Nacional (PAN) salieron en defensa del gobernador, tanto en el robo a la propiedad de Aranda Orozco como en el escándalo de Chalchihuapan.
Mientras el presidente nacional Gustavo Madero Muñoz afirmó que Moreno Valle no tiene ninguna responsabilidad en el fallecimiento del menor José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo, quien fue herido durante el operativo del pasado 9 de julio, su homólogo en Puebla, Rafael Micalco Méndez, dijo que el asalto en la propiedad de Aranda no puede vincularse al titular del Poder Ejecutivo local.
Ana Teresa Aranda acusó que el gobierno del estado la tiene sometida a una vigilancia “permanente”, pues todos sus teléfonos se encuentran intervenidos y constantemente son hackeadas sus cuentas de correo electrónico y de redes sociales.
“Seguro que lo que estamos hablando tú y yo ya lo saben en Casa Aguayo”, expresó la ex funcionaria federal durante la entrevista, en la que atribuyó el acoso que vive a la incapacidad del gobierno de Rafael Moreno Valle a soportar la crítica.
“La administración estatal –enfatizó– no soporta a nadie que genere equilibrios ni contrapesos, quiere tener a todo mundo arrodillado y los que no queremos estar arrodillados pagamos las consecuencias”.
Sobre el robo de su archivo personal –que incluían documentos sobre su historial bancario y crediticio, así como expedientes de su función como servidora pública–, Aranda Orozco consideró que el atraco tiene como objetivo la intimidación.
Sin embargo, aseveró que se encuentra tranquila y “con muchas ganas” de regresar a su casa, porque la documentación que se llevaron contenían información que sólo le era útil a ella. Y agregó: “No creo que les sirva de nada”.
Por último, aclaró que no modificará sus hábitos tras el asalto y lo único que hará será colocar un letrero fuera de su casa que diga: “Rafa, acá te espero”.
