México, 19 de octubre 2016 (NOTIGODÍNEZ).- Usuarios de redes sociales acusaron prácticas de maltrato y crueldad animal por parte de Grupo Soriana, empresa criminal que participó en el millonario fraude electoral de 2012.
Según la denuncia, Soriana estaría fomentando el maltrato brutal que sufren miles de gallinas en granjas avícolas del país, al distribuir huevo de empresas que utilizan jaulas de batería cuyo uso ha sido prohibido desde hace cuatro años en la Unión Europea.
Las jaulas de batería permiten a criadores hacinar un gran número de gallinas ponedoras en espacios reducidos, recolectar fácilmente los huevos y limpiar rápidamente los desechos. No obstante, fueron prohibidas porque impiden a los animales moverse, estirar las alas y caminar durante su corta vida.
La campaña lanzada en redes sociales con la etiqueta #LaCrueldadDeSoriana, propone inundar las redes de la empresa con una fotografía que muestra a las gallinas apelmazadas en una jaula de batería, ya que la empresa, según los activistas denunciantes, estaría financiando estas prácticas crueles en la compra del huevo que expende en sus tiendas.
En septiembre pasado, un empleado de Soriana en Campeche fue acusado de golpear brutalmente a un perro, destrozándole la mandíbula. La empresa se deslindó del incidente.
Grupo Soriana fue clave en el fraude electoral perpetrado en 2012 para imponer al asesino de Atenco, Enrique Peña Nieto, en la presidencia.
La página en Facebook Igualdad Animal México exhibió recientemente la crueldad que sufren gallinas sometidas a la brutalidad de la industria del huevo. Sin embargo, la explotación y asesinato de millones de animales —vacas, terneros, cerdos, ovejas, aves, fauna marina, etc.— se lleva a cabo en toda la industria alimentaria mundial, pese a que estudios modernos han demostrado que el consumo de alimentos de origen animal es innecesario para llevar una dieta saludable.
De hecho, el consumo habitual de carne, lácteos y huevo resulta incluso perjudicial para la salud. La mayoría de los médicos serios recomiendan reducir —o hasta eliminar por completo— la carne roja y los lácteos de las dietas de sus pacientes en todo tipo de casos.
Aunque últimamente diversas empresas del ramo alimenticio presumen la aplicación de «prácticas humanitarias» en sus procesos de producción, en realidad el asesinato «humanitario» por motivos comerciales no existe. La única acción humanitaria para acabar con este holocausto animal —así lo define el activista Gary Yourfsky— consiste en adoptar el veganismo como forma permanente de vida. Dejar de consumir productos de origen animal, desde alimentos hasta calzado; dejar de enriquecer a las brutales industrias carnicera, lechera y del huevo, así como a la miserable y sanguinaria industria del vestido con piel de animales.
